El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, ve «precoz o prematuro» el fin de la mascarilla en interiores y, aunque reconoce que la población «necesita un respiro», también recuerda que con la covid «no nos podemos confiar».
En una entrevista con Efe, un día antes de la reunión que Ministerio y comunidades mantendrán para decidir qué ocurre con la mascarilla en interiores, el también director científico del Instituto de Investigación Valdecilla (Idival) no ve mal que se elimine la cuarentena para los asintomáticos, siempre que usen mascarillas FPP2 en interior y exterior.
Esa propuesta que va a plantear la Comunidad de Madrid en esa reunión, en Zaragoza, para que los positivos asintomáticos no hagan cuarentena, «podría» aplicarse siempre que el contagiado lleve una FPP2 para «proteger al resto de la población». López Hoyos recuerda que la mascarilla con la ventilación «han conseguido controlar la pandemia».
Y añade que «posiblemente» habrá que aprender de los asiáticos que la mascarilla es útil en ciertas situaciones y que no hay que descartar su uso.
Gripalizar la covid
Sobre otro asunto tratado en esos encuentros entre autonomías y Sanidad en relación a si es el momento de «gripalizar» la covid, el inmunólogo considera que es «muy probable» que para el verano «se pueda decir gripalizar». Aunque afirma que «en la práctica, en la vida real, esto se va gripalizando».
«La covid se está gripalizando porque ahora la información epidemiológica no se da todos los días. Se controlan en centros de salud y centros centinelas los posibles focos de la infección para adelantarse en caso de que haya problemas», explica. Además, ha querido recordar las «sorpresas» que ha dado la covid.
El presidente de la Sociedad Española de Inmunología subraya los tres «posibles escenarios» para el coronavirus: que se produzca una mutación del SAR-CoV-2 «muy agresiva», que surja una variante en una zona infraprotegica, como ocurrió con ómicron, o que la covid se convierta en endémica con posibles picos estacionales.
Marcos López Hoyos asegura que el tercer escenario es el que «todos esperamos» y el que «parece más lógico». Sin embargo, insiste en que hay que estar «atentos» y cumplir los criterios que fijen las autoridades sanitarias y de vigilancia epidemiológica. También incide en que «por favor» la población que aún no se ha vacunado, se vacune.
«No le quepa a nadie la menor duda de que las infecciones se han erradicado porque hemos empleado las vacunas (…). Y erradicando las infecciones eliminamos otros problemas de salud. Que nadie tengo ninguna duda de ello. Y todos los argumentos y movimientos que dicen que son perjudiciales (las vacunas) están basados en datos no científicos», apostilla el inmunólogo.
Un experimento en vida real
La actual situación asistencial es de «relativo optimismo» y Marcos López Hoyos subraya que es «ideal» para estudiar todo lo que ha ocurrido y seguir investigando. De cara a analizar la experiencia, decidir cuándo se va a vacunar, cuándo no, o a qué población y con qué vacunas.
«Por desgracia tenemos un experimento en vida real en cientos de millones de habitantes del planeta. Y ahí podemos analizar qué ha ocurrido con la respuesta inmunitaria y aprender para el SARS-COV 2 o para otro virus respiratorios. Cuando comenzó la pandemia teníamos poca experiencia de qué tipo de respuesta se inducía y cómo podíamos protegernos a nivel de vacunas», ha recordado.
Y ha explicado que ahora se está en la fase de análisis de los datos y de las exposiciones al virus, que ha sido «muy variadas» y con respuestas también diferentes.
Estudiar el «Long Covid»
Marcos López Hoyos detalla que se han generado en diversos países, también en España, grupos de trabajo del «Long Covid», es decir, de estudio de esta enfermedad a largo plazo. El objetivo es analizar lo que se denominan «secuelas» y que están asociadas, sobre todo, a problemas neuromusculares.
Esos problemas secundarios a la covid y ver las secuelas que están dejando dos años de pandemia son las tareas en las que se debe centrar ahora la actividad hospitalaria, según considera López Hoyos. Añade que la presión hospitalaria se está «suavizando» y toca «pensar mucho más, de una vez por todas, en todo aquello que no es covid y que también acarrea problemas».
Maru G.Robles/EFE