Este jueves el Congreso de los Diputados ha aprobado la Ley de Residuos y Suelos Contaminados con el sí del PSOE, Unidas Podemos, Más País y los grupos vascos.
El Congreso de los Diputados ha dado luz verde definitiva a la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una economía circular. La ley fija nuevos objetivos de reducción y prohíbe la venta de productos de plástico de un sólo uso, entre otros cambios.
Así lo ha decidido la Cámara Baja en la sesión plenaria que ha tenido lugar este jueves, en la que los diputados han valorado las enmiendas del Senado a la norma. Entrará en vigor una vez se publique en el Boletín Oficial del Estado y reemplazará la ley de residuos vigente desde 2011.
Termina así una larga tramitación de la medida, que ha sobrevivido a una propuesta de veto por parte de Vox -rechazada por todo el arco parlamentario-, y a la escasez de apoyos en el Senado. Aquí se tramitaron en total 579 enmiendas, cifra que según han destacado algunos diputados refleja la falta de consenso respecto a la ley.
Abstención del PP y rechazo de Vox y los grupos catalanes
Ha salido adelante con el sí del PSOE, Unidas Podemos, Más País y los grupos vascos y la abstención del PP. Vox y los grupos catalanes no la apoyaron. Intentaron negociar en ambas cámaras para que Cataluña mantuviera la plena gestión del impuesto que ya se aplica en esa comunidad. Un impuesto que, dicen, peligra por el nuevo tributo al vertido e incineración que la ley introducirá a nivel estatal en 2023.
«Perder el canon de residuos catalán supone un retroceso en materia medioambiental», ha aseverado Francesc Xavier Eritja Ciuró, diputado por el Grupo Republicano. Ha insistido en que su partido continuará presionando para que Cataluña mantenga la «capacidad normativa plena» del impuesto.
Por su parte, el diputado del PP José Ángel Alonso Pérez ha subrayado que «la ley llega tarde y mal», pues transpone con retraso las directivas europeas de residuos y de plásticos de un sólo uso, que debían haberse trasladado al marco normativo español en 2020 y en 2021, ha recordado.
La formación ha afeado también el «afán recaudatorio para continuar con el despilfarro» que achacan al Gobierno. Consideran, se ha materializado en un «texto ideologizado» a partir de la creación de dos nuevos gravámenes, que también ha rechazado Vox en el hemiciclo.
Prácticas responsables con el medioambiente
«Si queremos combatir la crisis ambiental tenemos que cambiar nuestro modo de producir y de consumir, y también la forma de gestionar los residuos», ha incidido la diputada socialista Eva Patricia Bueno Campanario.
Bueno Campanario ha defendido la fiscalidad ambiental como un instrumento económico que incentiva prácticas más responsables con el medio ambiente. Ha aludido a la premisa de «quien contamina, paga» en que se basa la norma.
«Para ser muy ambiciosos hay que dar los primeros pasos y esta ley los da», ha celebrado por su parte el diputado de Unidas Podemos Juan López de Uralde. Ha lamentado que el texto saliera del Senado sin la prohibición a tóxicos como los ftalatos o el bisfenol-A que contemplaba el proyecto de ley en sus inicios.
López de Uralde también ha señalado que los nuevos objetivos en la recogida de bioresiduos «reducirá en gran medida los problemas que genera la materia orgánica en las plantas en vertederos». Ha celebrado la puesta en marcha de un sistema de depósito, devolución y retorno de envases.
Desde Más País, la diputada Inés Sabanés ha pedido «determinación, ambición, objetividad y rigor» para dar cumplimiento a lo establecido en la ley. Dice que «marca un camino tímido» para empezar la transformación del modelo de producción y consumo, algo que cree necesario pues «nos jugamos el futuro».