En la sesión de control al Gobierno en el Congreso, Pedro Sánchez ha sacado el tema de la corrupción para defenderse de las críticas del PP
El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha lanzado duras críticas al PP, al que ha calificado de «una desgracia de derecha», y a su corrupción para defenderse de la avalancha de reproches de la portavoz parlamentaria de este partido, Cuca Gamarra, por haber destituido a la directora del CNI, Paz Esteban.
Gamarra, en la sesión de control del pleno del Congreso, ha considerado que esa decisión deja claro que en España «gobiernan los independentistas». Asimismo, ha acusado a Sánchez de representar «la degradación absoluta de la política».
Frente a esas críticas, el presidente del Gobierno, que ha agradecido la labor de la directora del CNI destituida, ha subrayado que su Ejecutivo nunca actuará como hizo el del PP, «usando los fondos públicos, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y los servicios de inteligencia para tapar hechos delictivos y perseguir adversarios políticos».
Y ante ello ha dicho que han cumplido con la ley, lo han puesto en conocimiento de la Justicia y han actuado con absoluta transparencia.
Críticas al PP
Ha recordado que dentro de poco se van a cumplir cuatro años desde que triunfó la moción de censura que le llevó a la Moncloa y que en ese momento en Cataluña se había aprobado una declaración de independencia y salía el Gobierno de un partido condenado por corrupción y cuya secretaria general (María Dolores de Cospedal) «destruía a martillazos pruebas para la Justicia».
También ha señalado que se creó una estructura parapolicial para perseguir adversarios políticos de manera irregular y España contaba en Europa «como un cero a la izquierda».
Frente a ello ha afirmado que se cumple la Constitución en toda España, el país hace valer sus intereses en Europa y «los mangantes no están en el Gobierno».
Sánchez ha planteado lo que se podría conseguir si a todo eso se añadiera el apoyo del PP al Ejecutivo para superar las consecuencias de la pandemia y de la guerra en Ucrania.
Pero ha reconocido ser «ingenuo» al apuntar esa posibilidad porque entonces cree que se estaría ante «una derecha moderna y europeísta y no la desgracia de derecha que sufre la democracia española».
Destitución para contentar al independentismo
Gamarra ha insistido en vincular el cese de la directora del CNI con el poder de los independentistas ya que le habían pedido un «chivo expiatorio» y él ha acatado «dócilmente».
«Caía y rodaba la cabeza de quien ha demostrado tener una hoja de servicios intachable y a solo mes y medio de la cumbre de la OTAN», ha añadido antes de considerar que el cese es «un aviso a navegantes».
Un aviso que consiste en que «quien cumpla con su deber será cesado, pero quien mienta y manipule en beneficio del Gobierno será premiado».
Para la secretaria general del PP, Sánchez no hace «más que deteriorar las instituciones».
Gamarra ha recordado que es al presidente del Gobierno al que informa el CNI. Así, ha afirmado que sí sabía lo que estaba haciendo este centro «porque lo tenía que saber».
«Pero lo que hemos conocido es que usted negociaba la gobernabilidad con aquellos a los que el Estado tenía que investigar, algo que no ocurre en ninguna democracia del mundo porque esto es la degradación absoluta de la política, que es lo que usted representa», ha espetado a Sánchez.
El PP subraya la debilidad de Sánchez
Le ha instado además a preguntarse por qué los independentistas le quieren al frente del Gobierno, una cuestión a la que ella misma ha respondido afirmando que se debe a que con él son más fuertes.
«Puigdemont, Junqueras y Otegi no quieren a Alberto Núñez Feijóo. Le quieren a usted. Pero no le eligen por su valía; le quieren por su debilidad, porque el éxito del proyecto político de ERC y de Bildu pasa necesariamente por un presidente dispuesto a socavar desde dentro las instituciones», ha recalcado.
La dirigente del PP ha advertido a Sánchez que cuando salga del Palacio de la Moncloa («que está cerca», ha apostillado), no sólo dejará una crisis económica, sino una dura y difícil crisis institucional.
No obstante, ha asegurado que el PP es consciente de lo que se va a encontrar y está preparado para gobernar.