Cerca de 300.000 visitantes al sur de Gran Canaria en los diez días de duración de la primera edición poscovid
El primer «Gay Pride de Maspalomas» poscovid-19, cuyo programa de actos se ha desarrollado entre el 5 y el 15 de mayo, ha atraído a Gran Canaria a entre 250.000 y 300.000 visitantes, fundamentalmente de habla inglesa, pero también asiáticos y africanos, que han generado un gasto de unos 50 millones de euros.
Este es el balance que hace la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) del regreso a Gran Canaria de la fiesta por los derechos civiles conseguidos por el colectivo LGTBI en muchos países y todavía anhelados en otros, cuyo impacto económico no ha revalidado aún los 150 millones de euros o los más de 60.000 visitantes contabilizados en sus ediciones de 2018 o 2019.
Con todo, tanto los promotores de este evento como los sectores económicos que se benefician de él se muestran «contentos». La ocupación turística registrada este año ha estado entre el 90 y el 100 % de las plazas alojativas cercanas al Centro Comercial Yumbo. Especialmente el último fin de semana, cuando ha tenido lugar el desfile de 19 carrozas, una fiesta que ha concentrado a más de 80.000 personas.
Buen ambiente
Así lo ha confirmado este lunes el vicepresidente de la FEHT, Tom Smulders, quien ha considerado que la promoción tan «machista» que aún se hace de este evento, con carteles que sólo muestran cuerpos de hombres, pueda explicar, en parte, que el público de esta fiesta sea femenino solo en un 10 por ciento de los casos y masculino en el resto.
En cualquier caso, lo que valora la FEHT es el «buen ambiente» que ha habido durante los diez días del Orgullo de Maspalomas. Así, ha destacado la acogida y diversión de la que han disfrutado en Gran Canaria las personas que han viajado a la isla desde distintos puntos de Europa.