El protocolo establece una marco de colaboración entre sectores y administraciones públicas para la transición energética en espacios industriales
El Gobierno central, junto al Ejecutivo de Canarias, los cabildos de Gran Canaria y Tenerife, así como los ayuntamientos de Telde, Agüimes, Candelaria y Arafo, y la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife han suscrito este martes un protocolo para la colaboración con el sector privado para la transición energética de los espacios industriales del archipiélago.
Esta iniciativa busca avanzar a una «efectiva transición hacia la economía y sociedad climáticamente neutras, sostenibles, circulares y eficientes» en el uso de recursos, en el cumplimiento de los objetivos marcados por la Agenda 2030 de Naciones Unidas, como es el compromiso de las administraciones públicas firmantes.
El protocolo establece el marco de colaboración para desarrollar una alianza entre los sectores industriales de Canarias, organizados a través de polígonos industriales, con la participación de las administraciones públicas, para abordar los objetivos de descarbonización, recirculación de residuos transformados en recursos y renaturalización de los espacios industriales, con el fin de «mejorar la eficiencia y la productividad» de la economía de las islas.
Eficiencia energética
Las actuaciones que promueve el protocolo firmado se orientarán a abordar la eficiencia energética en las redes de distribución y en los edificios; la producción de energía fotovoltaica, eólica o de otras fuentes renovables en las instalaciones industriales y sus entornos; la separación y reutilización de los residuos, sólidos, líquidos y gaseosos, como recursos, y la movilidad sostenible de las empresas y sus trabajadores/as para mejorar la movilidad entre las islas.
El proyecto apuesta por el desarrollo de nuevas fuentes y líneas de investigación, desarrollo, innovación y competitividad. El objetivo es optimizar el potencial energético de las industrias y su potencial productivo, así como por la renaturalización, creando nuevas zonas verdes que regulen la temperatura de los espacios, mejorar el paisaje del polígono y su impacto sobre la isla, además de generar sumideros de carbono para alcanzar la neutralidad climática del conjunto de las actividades.