El equipo de Lupe Lasso lleva tres años repartiendo bocadillos a la gente en situación de calle como forma de ayuda humanitaria
Este viernes, con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, se pone el foco en la ayuda más cercana, la que dan los canarios a las personas que se encuentran en la calle. Es el caso de Lupe Lasso y su equipo, un grupo de voluntarias que reparte bocadillos y conversación en Las Palmas de Gran Canaria.
«Veíamos gente desorientada, buscando comida en la basura. Entonces, se nos movió el corazón, y pensamos que esto había que paliarlo», declara Lasso. Así, las voluntarias llevan 3 años repartiendo bocadillos por la tarde sin mirar a otro lado.
Reciben donaciones tanto económicas como de ingredientes, y cada día cientos de personas en situación de calle se acercan al local de la parroquia de Altavista. «Un equipo lo elabora y otro los reparte, viendo los talentos que tiene cada uno», añade Lasso. «El hambre que tienen, aparte de físico, es el hambre de una compañía, de una conversación».
Con todo, Lupe y su equipo reconocer percibir cada vez más pobreza, e incluso de familias con hijos. Por ello, el próximo paso es registrarse como asociación y seguir con esta ayuda humanitaria de proximidad.