Las altas temperaturas o los altos niveles de sustancias químicas favorecen la aparición de este tipo de infecciones
Durante el verano se incrementan de manera notable los baños en las piscinas para hacer frente a las altas temperaturas. Estas poseen altos niveles de sustancias químicas como el cloro. Imprescindibles para higienizar el agua de las piscinas, estas sustancias pueden favorecer la aparición de irritaciones en los ojos. Estas incidencias pueden dar lugar a infecciones como la conjuntivitis.
Los oftalmólogos de la Clínica Baviera ofrecen una serie de consejos para poder evitarlas. Durante la época estival puede ser habitual que aparezcan síntomas como enrojecimiento y escozor ocular. Además, la sensación de cuerpo extraño, lagrimeo o de hipersensibilidad a la luz.
Según el el doctor Fernando Llovet, oftalmólogo y cofundador de Clínica Baviera, estos síntomas son claves para identificar una conjuntivitis. En verano, tienen mucho que ver con el cloro de las piscinas ya que, nuestro ojo está protegido por una película lagrimal que se regenera continuamente y con el cloro se puede ver afectada en menor o mayor medida.
Además, en el caso en el que el cloro no haya eliminado del todo los gérmenes que puede contener el agua, se puede favorecer la presencia de conjuntivitis bacterianas, al igual que sucede con los baños en aguas que no estén limpias, como en algunos ríos o pantanos.
Consejos para evitar la conjuntivitis en verano:
Las conjuntivitis son más probables en niños, por lo tanto oftalmólogos recomiendan utilizar gafas de bucear. Frotarse los ojos en este entorno también implica llevar gérmenes a la superficie del ojo y el párpado, por lo tanto es importante aclararse las manos si es necesario.
Según oftalmólogos, evitar compartir toallas y productos cosméticos es clave. Además, aplicar suero fisiológico o lágrimas artificiales tras un día de playa o piscina. Por todo esto, expertos afirman que es clave proteger los ojos fuera y dentro del agua. Utilizar gafas de sol como protección ante la radiación solar o sustancias como el polvo o la arena. Además, las personas que durante el año hacen uso de lentillas, deben evitarlas durante el baño, estas hacen que incremente el riesgo de infección debido a su tendencia a la acumulación de gérmenes.
Oftalmólogos recuerdan que las conjuntivitis irritativas suelen desaparecer en unos días, por lo que si los síntomas fueran persistentes es recomendable acudir al especialista para que realice una valoración y exploración completa del ojo.