De nada sirvió la aportación del tridente Kalinic-Sanli-Abrines (50 puntos entre los tres), ya que los isleños dieron una exhibición coral en los momentos claves que posibilitó desactivar la profundidad de armario azulgrana
El Gran Canaria dio este viernes la campanada en el arranque de la Liga Endesa al superar al Barça en un encuentro agónico en la isla que se decidió en los últimos instantes (88-85), con el estadounidense John Shurna de protagonista en los compases finales y con el polaco Olek Balcerowski aportando 17 puntos y 22 de valoración.
De nada sirvió la aportación del tridente Kalinic-Sanli-Abrines (50 puntos entre los tres), ya que los isleños dieron una exhibición coral en los momentos claves que posibilitó desactivar la profundidad de armario azulgrana.
En un arranque fulgurante, el equipo amarillo intentó desactivar el dominio inicial en el rebote de los catalanes a base de acierto en el perímetro, con sendos triples de Bassas y Shurna. No obstante, se toparon con la consistencia de Sanli y Abrines en la zona, si bien un ‘alley-hoop’ entre Albicy y Balcerowski, conjugado con dos tiros libres de Slaughter, pusieron a los claretianos en vanguardia en el ecuador del primer cuarto (12-9).
A partir de ahí, Kalinic comenzó a carburar en el equipo dirigido por Sarunas Jasikevicius, aunque las continuas rotaciones de los isleños permitieron mantener el marcador más que ajustado con la polivalencia de Balcerowski en la pintura (19-21). En el segundo asalto, el Barcelona apretó líneas y recuperó el rumbo con la entrada de Vesely (24-26), pero de nuevo el Gran Canaria volvió a la carga con un ejercicio coral entre Diop, Shurna y Slaughter que pusieron de nuevo a los amarillos por delante (35-29), a 4:50 para el descanso.
El intercambio de golpes se recrudeció en esos minutos. Ante los triples de Abrines –tres casi consecutivos-, los insulares respondían con otro de Bassas y sendos tiros libres de Balcerowski y Salvó (41-38). El ‘Granca’ cambiaba la batuta, concentrándose en la zona y el Barça se multiplicaba en el exterior, pero la ecuación seguía beneficiando a los hombres de Jaka Lakovic, llegándose al descanso con un más que elocuente 48-40 en el electrónico.
En la reanudación, el equipo local trató de mantener la renta pese al empuje de Kalinic y Sanli (55-50). Diop y Bassas sustentaban la nave claretiana, mientras pasaban los minutos en un tercer periodo más rocoso que los anteriores en ambas parcelas. Dos triples de Sanli y Abrines abrieron el panorama para los azulgranas (55-56) pero otro de Salvó y una canasta bajo el aro de Balcerowski disipaba el espejismo en apenas un minuto (60-56). Satoransky y Vesely siguieron erosionando la trinchera amarilla, aunque Inglis y Salvó tomaron el protagonismo en el cierre de un penúltimo cuarto que seguía dando oxígeno al Gran Canaria (70-65).
Ya en el último acto, aumentó el músculo del Gran Canaria en la zona, forzando fallos en la selección de tiros de los visitantes y permitiendo a Shurna y Brussino arañar algo más desde la línea de personales. Ni Sanli, ni Jakubaitis ni Laprovittola encontraban resquicio, hasta que Abrines y Kalinic rompieron la sequía (75-72) a 6:11 para el final. A pesar del tiempo muerto solicitado por Lakovic, el Barça se mentalizó de que un nuevo partido acababa de comenzar, y así lo ratificó con sendas canastas de Sanli y ‘Lapro’ (75-76) que cambiaron el panorama del encuentro.
Sin embargo, el despertar de Inglis -que poco había mostrado en los tres cuartos anteriores- puso patas arriba la pizarra de Jasikevicius, aprovechando los cortes de Brussino y las asistencias de Albicy para lanzar el último órdago (83-80). Y cuando parecía que el Barça retomaba el pulso con sus primeros espadas, al final tras varios intercambios de golpes, Shurna logró robar la penúltima pelota tras un ataque errático culé, en el que se escurrió Jakubaitis sobre el parqué.
El Granca rubricó un triunfo épico (88-85) ante un rival que se va de Canarias con las manos vacías en el arranque liguero.