En Canarias, en lo que va de año, el precio de la vivienda acumula un incremento de 5% de media
El precio de la vivienda en septiembre se encareció en Baleares y Canarias un 0,3 % respecto al pasado agosto y un 3,1 % en comparación al mismo mes de 2021, por lo que se sitúa por debajo del crecimiento medio en España, del 8,4 % en un año.
Según los datos publicados este jueves por la tasadora Tinsa, el precio de la vivienda en las islas acumula en lo que va de año un incremento del 5 % de media.
De acuerdo con este informe, los precios de la vivienda en Baleares y Canarias son los más cercanos a los máximos de 2007-2008, un 12,4 % por debajo, y se sitúan un 28,9 % por encima de los mínimos postcrisis.
Datos nacionales
A nivel estatal, en septiembre el precio de la vivienda, tanto nueva como usada, se incrementó un 7,5 % interanual en las capitales y grandes ciudades, un 6,5 % en la costa mediterránea y un 3,1 % en las islas. En el resto de municipios la subida fue del 8,5 %.
Con respecto al mes anterior, agosto, el precio de la vivienda se anotó una ligera subida del 0,4 % en septiembre, siendo en las áreas metropolitanas nuevamente donde más se incrementó un 1,2 % en tasa intermensual.
Desde los máximos que se registraron en 2007, coincidiendo con el «boom» del sector inmobiliario, el precio de la vivienda está un 21 % por debajo. Asimismo, desde los mínimos de 2015 el precio se ha revalorizado un 32,6 %.
En un contexto como el actual, marcado por la invasión rusa de Ucrania, la crisis energética, la subida de tipos para hacer frente a la inflación o las amenazas de una futura recesión, Tinsa reconoce que el entorno macroeconómico apunta hacia una moderación en la tendencia alcista del precio de la vivienda.
Ralentización de la demanda residencial
En este sentido, señala que aunque la demanda residencial, impulsada por el ahorro acumulado y la revalorización del espacio durante el confinamiento, continúa activa en 2022, el incremento continuado de los tipos de interés y las expectativas de desaceleración económica van dificultando el acceso a la financiación y se actúan como elementos ralentizadores.
Tinsa añade que el incremento del coste de financiación también afecta a la oferta, que durante el último año y medio ya ha estado limitada por la elevada incertidumbre para la construcción en un entorno de demoras en las cadenas de suministros y costes de construcción al alza.
Aunque la limitación de la oferta mantiene tensión al alza en los precios residenciales, aun así se irán moderando los incrementos a medida que se ralentice la demanda, incide la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.