Un hombre está acusado de matar a un taxista en San Isidro, en Granadilla. El motivo del crimen nunca estuvo claro, pero el abogado del acusado señala que se equivocó de persona, pues su cliente iba a vender droga y se confundió de comprador
La defensa del acusado como presunto autor del asesinato de un taxista en Granadilla de Abona (Tenerife) en julio de 2019 argumenta que la muerte se produjo de forma casual y, al ser inmediata, evitó más dolor, mientras que la Fiscalía y la acusación particular hablan de intencionalidad y especial crueldad.
El juicio con jurado por la muerte del taxista tuvo como discusión central determinar si se trata de un asesinato y, por lo tanto, se llevó a cabo con especial crueldad e intencionalidad, como defiende la Fiscalía y la acusación particular, o, por el contrario, se trata de un homicidio, dado que el acusado no tenía, en principio, intención de quitarle la vida al taxista, como mantiene la defensa.
El abogado del acusado dijo que este entró en el garaje donde se consumó la muerte de forma casual después de haber estado en casa de un familiar. Asimismo, anunció que iba a intentar demostrar que no existió ensañamiento ni intencionalidad ni alevosía y que, por lo tanto, se estaría ante un homicidio.
Mantiene que la víctima murió en pocos segundos después de recibir los primeros golpes, de tal entidad que fueron irreversibles y evitaron que sufriera más dolor. Bajo su punto de vista no hubo un móvil económico ni existía un plan de huida, con lo que se descarta la intencionalidad y en definitiva, el hombre “no sufrió de manera desmesurada ni hubo voluntad de que así ocurriera”. El acusado no quiso declarar y se remitió a la versión de su abogado.
Defensa de la víctima
La Fiscalía hizo un pormenorizado repaso de lo ocurrido sin evitar los detalles más escabrosos y pidió al jurado que no tuvieran compasión, ni aceptaran el argumento de que el acusado estaba borracho. Pide 25 años de prisión, el máximo para este tipo de delitos y una indemnización de 100.000 euros para su pareja sentimental y otro tanto para la hija.
La familia optó por personarse en este proceso a través de una abogada y también mantiene que el acusado tuvo intención no solo de matar, sino además de hacerlo con especial crueldad.
“Lo atacó aprovechando la oscuridad del garaje donde se consumaron los hechos y sin poder defenderse le dio una paliza muy clara que le causó lesiones en el cráneo, pecho… incluso cuando la víctima estaba en el suelo no paró. El dolor está demostrado”. Entre las heridas figuran, no solo los golpes, sino también quemaduras, por lo que habló de “un sufrimiento gratuito con resultado de muerte”.
El testimonio más emotivo vino por parte de la pareja sentimental del taxista, que relató que acababan de mudarse a este edificio. Cuando ocurrieron los hechos, se despertó a las 5:30 de la mañana y le extrañó que su marido no hubiese llegado, entonces comenzó a llamarlo y comprobó que el teléfono estaba apagado. Finalmente, bajó al garaje y observó el cuerpo del hombre entre dos coches. “Estaba destrozado y totalmente blanco, blanco, blanco… ni siquiera tenía la cara roja por los golpes”.
Las investigaciones determinaron que los hechos ocurrieron sobre las 3:25 horas y la Fiscalía sostiene que el ataque se realizó de forma sorpresiva y brutal, causando su muerte antes de las 5 de la mañana. El acusado fue detenido pocos días después.