Al menos 27 personas han resultado heridas en los disturbios que se han producido entre indígenas y policía en Bogotá.
Un grupo de indígenas ha protagonizado una protesta en las calles del centro de Bogotá que acabó en una auténtica batalla campal. Las autoridades aseguran que algunos manifestantes comenzaron a agredir a funcionarios públicos con palos y piedras antes de aparecer la policía. Tanto desde la Alcaldía como del Gobierno se han condenado los hechos, que han dejado más de 20 heridos entre ellos una decena de policías.
Condena por parte del Gobierno
El presidente de Bogotá, Gustavo Petro ha rechazado y condenado estos actos de violentos. En palabras textuales ha dicho que nunca será una protesta, una agresión a un policía. Pasada unas horas convocó una reunión en la Casa de Nariño con una delegación de indígenas.
Un problema de hace más de dos años
Desde hace más de dos años, más de dos mil familias han llegado a la capital de Bogotá en la mayoría de los casos desplazados de la violencia. Durante los primeros meses vivieron en un campamento que se formó en medio de un Parque Nacional y posteriormente las autoridades, tras varias negociaciones, llegaron a un acuerdo para que el que quisiera pudiera volver a sus casas o quedarse en unos albergues instalados en la ciudad.