Madrid ha acogido la manifestación convocada por UGT y CCOO para pedir una subida del salario con el que la clase trabajadora pueda hacer frente a la inflación
Miles de personas han participado este jueves en la manifestación convocada por UGT y CCOO en Madrid para pedir subidas salariales que garanticen el poder adquisitivo de la clase trabajadora, en un contexto de elevada inflación y con la negociación de los agentes sociales bloqueada.
La marcha, que se ha celebrado en ambiente festivo bajo el lema «Salario o conflicto. Esta crisis no la paga la gente trabajadora», ha partido desde tres puntos diferentes de la capital -Atocha, plaza de España y Puerta de Toledo- para concluir en la plaza Mayor.
Los manifestantes, muchos de ellos procedentes de otras comunidades autónomas, como Cataluña, Castilla y León, Galicia, País Vasco, Aragón o Andalucía, portaban pancartas con mensajes como «Es inflación, grita el ladrón», «Stop carestía, robo día a día» o «Trabajo digno».
También se han escuchado entre los participantes, unos 50.000 según los organizadores, proclamas como «salario o conflicto» y otras en contra de la patronal.
«Las empresas quieren salvaguardar sus márgenes y beneficios…y congelar salarios»
En declaraciones a los medios en la plaza Mayor, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha insistido en que España tiene una crisis de precios que tiene que ver con los costes energéticos y de materias, pero también por la decisión de las empresas de repercutir sus costes en los precios finales.
«Las empresas quieres salvaguardar sus márgenes y beneficios, y a la vez quieren congelar los salarios«, ha lamentado Sordo. Ha considerado que la CEOE con su posición apuesta por la desigualdad, la pobreza salarial y la recesión en el país.
También el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, se ha dirigido a la CEOE para avisarle de que «o hay salario o habrá conflicto», y ha recordado que en muchas empresas ya se han firmado convenios con subidas salariales. Álvarez ha insistido en que con esta concentración también se pretende pedir la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 1.100 euros y protestar contra la siniestralidad laboral.