Las Fuerzas Armadas de Ucrania han recibido múltiples bombardeos y disparos en el margen derecho del río Dniéper, donde se han instalado las tropas rusas tras la retirada de Jersón
El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado el comienzo de bombardeos sobre las zonas de Jersón recientemente desocupadas por el Ejército, en la orilla occidental del río Dniéper, en una serie de ataques confirmados también por las fuerzas de seguridad ucranianas.
«El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa informa de disparos contra equipos y mano de obra de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el margen derecho (la orilla occidental) del Dniéper», según un comunicado recogido por la agencia rusa TASS.
Del mismo modo, la Policía Regional ucraniana en Jersón ha confirmado un bombardeo sobre la ciudad de Berislav, a unos 60 kilómetros al norte de Jersón ciudad, con artillería pesada, que habrían dejado al menos tres muertos.
«Poblaciones pacíficas han quedado el fuego del enemigo y hay víctimas debido al impacto de los proyectiles, y edificios residenciales dañados», según un comunicado de la Policía publicado en su web de Facebook.
Destrucción de zonas agrícolas
Estos ataques, de acuerdo con la Policía, habrían destruido un granero de cereales, así como maquinaria agrícola, entre ellos nueve tractores y una cosechadora.
Poco después, la Fiscalía General de Ucrania ha confirmado al menos tres fallecidos hallados en un granero con «los cráneos fracturados» que podrían haber sido víctimas de un «posible crimen de guerra«.
Una primera evaluación, recogida por Ukrinform, indica que los restos pertenecen a tres vecinos de la zona muertos durante los combates para liberar la localidad.
Los restos fueron enviados para una serie de exámenes, incluido el examen de ADN, para determinar si los fallecidos han sido objeto de crímenes de guerra por parte de las fuerzas rusas.