El activista saharaui Mohamed Salem, diagnosticado de cáncer, intentó llegar a El Aaiún pero, una vez allí, Marruecos lo mandó de vuelta a Canarias
«Soy un ciudadano español que tiene derecho a visitar El Aaiún y morir en El Aaiún». Es la llamada desesperada de Mohamed Salem, periodista y activista por los Derechos Humanos del Sáhara Occidental, diagnosticado de un cáncer avanzado. Quiso volver a su tierra para morir junto a los suyos, pero Marruecos lo devolvió a las islas.
«No me dieron ni siquiera la oportunidad de tomar agua ni medicamentos. Me separaron de mi sobrino y me arrojaron en un sillón del avión», denuncia Salem.
En este sentido, asegura que volvió solo, sin asistencia y sin poderse despedir de sus familiares. Desde entonces, recibe cuidados paliativos en el Hospital Dr. Negrín de Gran Canaria y, a pesar de su delicado estado de salud, pide asistencia al Gobierno de España.
«Hasta cuando haremos la vista gorda sobre lo que sucede a los defensores de los Derechos Humanos», lamenta Salem.
Con todo, diferentes organizaciones reclaman una rápida actuación para que Salem pueda descansar junto a su familia.