El impulso de unos estilos de vida sostenibles constituye para la Fundación Biodiversidad una línea de actuación prioritaria. Así, ha puesto en marcha un programa de acciones y hábitos con el objetivo de promover medidas que integren y fomenten estilos de vida más sostenibles en la ciudadanía
En el marco de la Red Emprendeverde se fomenta la creación y consolidación de empresas o nuevas líneas de negocio a través de iniciativas vinculadas a la sostenibilidad y a la conservación de la naturaleza, incluyendo actividades sostenibles en el sector agroalimentario.
En este sentido, este sector tiene importantes impactos para la biodiversidad, desde la producción, transporte, envasado e incluso en su bajo aprovechamiento. Sin embargo, también es un motor de cambio muy importante que podría impulsar unos estilos de vida más sostenibles y saludables, fundamentales para contribuir a la conservación y recuperación de la naturaleza.
También está en las manos de los consumidores hacer frente a un problema que afecta a nuestra salud y bienestar y que en estas fechas navideñas se pone de especial relieve. Según un estudio sobre el desperdicio alimentario elaborado por Too Goog To Go, el 20 % de la comida que se compra durante las fiestas navideñas, se desecha, acabando en la basura.
ODS, Año 7
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas España ha publicado el informe » ODS Año 7. Innovación para lograr la Agenda 2030: El sector de la alimentación saludable», advierte que, en los últimos años, los consumidores demandan productos más sostenibles. La publicación también añade que el sector público también se está haciendo eco de esta demanda social, ya que desde las Administraciones públicas se apuesta por una alimentación más sana y unos procesos más sostenibles, fomentando programas como la estrategia “De la granja a la mesa”, una de las iniciativas del Pacto Verde Europeo que pretende la transición a un sistema alimentario más respetuoso con el medio ambiente.
Para cambiar esta tendencia destacamos algunas ideas para disfrutar de una alimentación más sostenible durante estas fiestas navideñas y algunos ejemplos de emprendimientos de la comunidad de la Red Emprendeverde.
Productos locales y de temporada
Consumir productos de cercanía tiene muchas ventajas. Los alimentos son más frescos y recorren menos kilómetros para llegar a nuestra mesa, lo que reduce significativamente su huella de carbono. Además, con su consumo se apoya a los productores locales y sus negocios.
Supermercados colaborativos
Los supermercados colaborativos son un interesante modelo para adquirir, a un precio más asequible, productos sostenibles, en su mayoría de productores locales, en una relación comercial justa, a cambio de una participación que puede suponer una cuota anual pero también aportar horas de trabajo voluntario en el establecimiento.
Restaurantes y catering sostenibles
Para la organización de una cena, ya sea de empresa o familiar, en la que no haya tiempo de cocinar, existe la opción de contratar un catering o reservar una mesa en un restaurante. En ambos casos existen opciones sostenibles.
Evita envases y utensilios de un solo uso
La producción anual de plástico ronda los 460 millones de toneladas al año y, según la ONU, solo un 9 % se recicla. Mucho de este plástico acaba en el mar y puede tardar mucho tiempo en descomponerse, en el caso de las vajillas, más de 400 años. Por esta razón es muy importante reducir el uso de productos plásticos de usar y tirar.
Existen vajillas elaboradas a partir de productos vegetales, como el bambú o la caña de azúcar, que son ecológicos y biodegradables. Sin embargo, lo ideal sería generar el mínimo residuo posible y, en el caso de producirlo, reciclarlo correctamente. Se pueden comprar productos a granel, ya que así se evita el uso de bolsas de un solo uso.
Reducir el desperdicio de alimentos
Aproximadamente un tercio de la comida producida en el mundo para consumo humano se pierde o se desperdicia cada año, el equivalente a 2.500 millones de toneladas. Aunque más de un tercio del desperdicio total ocurre durante la propia producción, en los hogares españoles se desperdiciaron más de 13 millones de kilos de alimentos en el año 2020. Este desperdicio repercute de forma negativa tanto en el medio ambiente como en la economía y en la sociedad. Destacamos algunos consejos para disminuir la cantidad de alimento desperdiciado.
Planear los menús y congelar las sobras
Se puede empezar a evitar el desperdicio de alimentos desde antes de hacer la compra, planeando con anterioridad los menús y comprando solo lo necesario. Es uno de los consejos de la Organizaciones de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
A la hora de comprar, se puede dar una oportunidad a frutas y verduras que no sean del todo agradables estéticamente. No todos los alimentos tienen una forma perfecta y no por eso son peores.
Una vez en casa, se deben conservar adecuadamente los alimentos. Hay que utilizar antes los productos más antiguos y ajustar las raciones para que no sobre comida en los platos. Además, se aconseja congelar las sobras o aquellos alimentos procesados que, una vez abiertos, no se terminen por completo, como por ejemplo el caldo o el tomate frito.
Recetas de aprovechamiento
Muchos productos que descartamos para cocinar pueden utilizarse en recetas de aprovechamiento. El Basque Culinary Center ha creado un manuel con más de 20 recetas que ayuda a revalorizar estas partes de los alimentos.
Aplicaciones para comprar excedentes
Existen aplicaciones para salvar comida que va a tirarse como Too Good to Go. Esta iniciativa, que forma parte de la comunidad de la Red Emprendeverde, ya ha evitado el desperdicio de 3.000 toneladas de alimento desde su fundación. Después de descargar la aplicación móvil, se pueden buscar establecimientos cercanos y reservar “packs” de comida sorpresa que podrás recoger al final del día, ya que son elaborados con los excedentes.
Al igual que Too Good to Go existen otras aplicaciones como Soy comida perfecta y Ni las migas. Existen una serie de empresas que han visto en los deshechos o en los excedentes un interesante nicho de negocio.
Caducidad vs. consumo preferente
Por último, es útil conocer que la fecha de caducidad es un indicador de seguridad alimentaria, que solo llevan productos muy perecederos y con riesgo de bacterias patógenas, según la Organización de Consumidores y Usuarios. Por error, se usa esta expresión para todos los productos. En cambio, el consumo preferente se aplica a productos que pasada la fecha pueden haber perdido parte de sus propiedades y presentar cambios en su sabor, olor, textura y color, pero es seguro consumirlo después de la fecha, si sigue en buen estado.
Actuando contra el desperdicio alimentario, se pueden reducir los impactos en las emisiones de gases efecto invernadero, la degradación del suelo, el uso del agua y la biodiversidad. Estas navidades podemos cuidar la naturaleza desde nuestra mesa.