La película se alzó con el Premio Goya al mejor actor revelación, y su temática ha provocado reacciones que defienden que el sexo no es un derecho, sino un acuerdo mutuo
La película «La consagración de la primavera», de Fernando Franco, se alzó con el Premio Goya al mejor actor revelación en la última edición de los premios de la Academia del Cine Español. El discurso de Telmo Irrueta aludió al derecho al sexo tanto sus palabras como la película han recavado una catarata de reacciones en redes sociales.
Activistas contra la explotación sexual critican que el film realice apología del sexo por dinero, y defienden que las relaciones se deben practicar por deseo mutuo.
El actor se llevó el Goya por una cinta que trata sobre la denominada existencia sexual. Una práctica que critican activistas, feministas y filósofas, como Ana Pollán, porque se trata, dicen, de prostitución encubierta.
«Tener relaciones sexuales exige el deseo por ambas partes y reciprocidad por parte de las dos personas, algo que|ni en la película, ni en la prostitución ocurre.», subraya Pollán.
La joven de «La consagración de la primavera» accede a relaciones sexuales por necesidad, y como esta hay otros ejemplos en el cine que justifican el sexo por dinero.
«Lo que yo reivindico como feminista y como persona con discapacidad es el derecho a ser tratada con dignidad», concluye la filósofa.
Y que ninguna circunstancia personal, dice, pueda justificar la explotación sexual.
Informa Fátima Plata