La situación supone un constante peligro ante las numerosas humedades y grietas que amagan con derrumbar la vivienda desde hace cinco años
Un vecino de Granadilla de Abona, en el sur de Tenerife, lleva cinco años pidiendo ayuda por la situación que vive en su casa. Cada vez se encuentra con más grietas y humedades. Tanto él como su familia temen que pueda haber un derrumbe en cualquier momento.
Las grietas y humedades aparecen desde la entrada hasta el dormitorio.
Su familia no tiene capacidad económica para afrontar la reparación. Viven con el miedo de que el techo colapse y se desplome. «Los pasamos mal, pero no tenemos dinero para ayudarnos», afirma el vecino.
El Ayuntamiento les ha concedido una subvención de 4.000 euros. Nos dicen que están a la espera de que los propietarios de la vivienda autoricen para comenzar la obra. Pero sus allegados creen que esta no es una solución definitiva.
«Pan para hoy, hambre para mañana, en cinco años, mi padre podría aparecer sepultado», asegura.
Mientras el tiempo pasa, el miedo sigue en el cuerpo de este vecino, que teme que su casa se le caiga encima.
