La propuesta socialista para reformar la ley del sólo sí es sí ha generado gran tensión entre el PSOE y Podemos. El Ministerio de Igualdad rechaza la iniciativa
El Congreso de los Diputados vota este martes la toma en consideración de la propuesta socialista para reformar la ley del solo sí es sí. Una propuesta que ha generado una gran tensión entre los socios de Gobierno. Por el rechazo del Ministerio de Igualdad a esta iniciativa y el apoyo a la misma de la derecha.
Durante la jornada del lunes, Unidas Podemos y PSOE se emplazaron a «recapacitar» y negociar hasta el último momento para poder llegar unidos al debate. Un debate, en el que, si no hay cambios, los socialistas defenderán incluir la violencia y la intimidación como un subtipo agravado dentro de la norma. Y retocar algunas penas, algo que para los morados significa renunciar en la práctica al consentimiento.
Los mensajes entre ambas formaciones subieron de tono este lunes. La portavoz de Podemos en la Asamblea de Madrid, Alejandra Jacinto, hizo una «última llamada» al PSOE para que «recapaciten» y eviten una votación «vergonzosa» junto al PP y Vox. Algo que su partido interpretaría como «una traición al feminismo».
Las mismas palabras ha utilizado la portavoz del PSOE, Pilar Alegría. Ha pedido a Podemos que «recapacite su posición» de votar en contra. Aunque la secretaria de Igualdad del partido, Andrea Fernández, ha restado valor a la posibilidad de que los morados opten por el no. Indicó que «lo importante es que salga adelante y no tanto con quién».
Apoyo del PP
El PSOE solo puede sacar adelante su propuesta con el apoyo del PP. Su presidente, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado que será «consecuente» con «la dignidad y la igualdad de las mujeres» en la votación «para protegerlas del PSOE».
Vox y Ciudadanos también han dejado la puerta abierta a permitir la toma en consideración de la reforma. «No nos vamos a oponer», ha señalado la portavoz adjunta de Vox en el Congreso, Inés Cañizares.
Los ministros del Gobierno mantenían el lunes la esperanza de llegar a un acuerdo ‘in extremis’ con Unidas Podemos, con quien existe un diálogo «constante». Eso en palabras de la titular de Justicia, Pilar Llop, quien ha alegado que «no podemos estar divididos en cuestiones tan importantes».
«Yo no me rindo nunca, el acuerdo es posible», aseguró el lunes la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Mientras que la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, calificaba de «incomprensible» la división en el Ejecutivo, porque hay que «estar unidos para avanzar».
La ministra de Igualdad, Irene Montero, no se ha pronunciado en las últimas 24 horas sobre la existencia o no de una negociación con el PSOE. Aunque fuentes del ministerio aseguran que estas cuestiones siempre se dirimen en el «último minuto».
Llop ha evitado valorar qué posición debería adoptar Montero si la reforma socialista sale adelante. Ha defendido su propia responsabilidad en la elaboración de la propuesta que se debate este martes. «Cada cual sabe lo que tiene que hacer, y yo creo que he hecho lo que yo tenía que hacer», se ha limitado a decir.
De optar los morados por el rechazo a la propuesta socialista, el PSOE tampoco contaría con el apoyo de todos los socios de la investidura, puesto que algunos ya han adelantado su rechazo a votar a favor de una iniciativa que no esté consensuada por ambas partes del Gobierno.
Postura del resto de partidos
Es el caso de ERC, cuya secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta, ya ha advertido de que si PSOE y Podemos no pactan la reforma de la ley del solo sí es sí, los republicanos no votarán a favor. Dado que «nunca será una buena ley si se pacta con PP y Vox».
El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegui, también ha calificado de «grave paso atrás» que el PSOE saque adelante su reforma apoyándose en el bloque de la derecha.
El portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha llamado al Gobierno a pactar «una respuesta única» sobre el sentido del voto a la reforma de la norma. Para evitar dividir a la mayoría progresista del Congreso, por lo que su partido esperará «hasta el último minuto» para decidir su voto.
Por el contrario, partidos como el PNV, PDeCat y Coalición Canaria previsiblemente votarán a favor de la reforma.