La CEOE Tenerife estima que las previsiones de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) para Canarias en 2023 estarán ubicadas en torno al 2,7 por ciento, reduciéndose de forma importante respecto a 2022
La CEOE de Tenerife prevé una desaceleración en el crecimiento económico de Canarias en 2023, con un incremento del Producto Interior Bruto del 2,7 % frente a un crecimiento anual del 8,6 % alcanzado en el cuarto trimestre de 2022, debida a la previsible evolución a la baja del consumo y de la inversión privada, y al aumento de los costes financieros.
Esta es una de las conclusiones del informe de coyuntura económica que elabora Corporación 5 para la CEOE tinerfeña, correspondiente al primer trimestre de 2023, que ha sido presentado este viernes por el secretario general de la patronal, Eduardo Bezares, y el director del estudio, José Miguel González.
«Continúa la recuperación dentro de un proceso de desaceleración paulatino», dijo González, por lo que subrayó que «prudencia» es «la palabra más presenta en el informe», en el que se refleja no obstante que la mayoría siguen en terreno positivo.
Principales riesgos para 2023
La insuficiente ejecución de la financiación europea, la restitución del control del déficit y de la deuda pública en 2024, la alta inflación subyacente y el crecimiento de los tipos de interés, son los principales riesgos que observa la CEOE tinerfeña para lo que queda de año.
El mercado de trabajo sigue creciendo en cuanto a número de personas ocupadas y afiliadas a la Seguridad Social, pero la CEOE cree que es necesario cuantificar cuántas son realmente las horas contratadas, ante la proliferación de contratos a tiempo parcial y trabajadores fijos discontinuos que figuran como empleados aunque estén en periodos inactivos.
Esa falta de estadísticas sobre horas de trabajo efectivas explica en parte que el PIB canario aún no haya alcanzado los niveles de 2019 , a pesar de que el número de ocupados es mayor, indicó González.
El director del informe afirmó que en condiciones normales una tasa de crecimiento económico del 2,7 % es «muy buena», pero en el contexto actual significa una desaceleración importante, puesto que el consumo y la inversión decrecen y «acabarán por detenerse», en línea con unas políticas monetarias con tipos de interés creciente que persiguen atajar la inflación.
Ucrania, la inflación y la financiación, «fuentes de incertidumbre»
Por eso, en el informe se alerta de que, «más que celebrar la marcha actual de la economía, nos ha de preocupar el futuro, donde el desarrollo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la evolución de las tasas de inflación y el endurecimiento de las condiciones de financiación se constituyen como las principales fuentes de incertidumbre».
En opinión de los empresarios, el sector de la vivienda no va a contribuir a la continuidad del crecimiento económico ni del empleo tras la aprobación de la Ley de Vivienda, la cual va a provocar la retirada de oferta y el retraimiento de la inversión, según afirmó Eduardo Bezares.
Esa ley, corroboró González, «no genera incentivos a la oferta», cuando en Canarias hay al menos un déficit de 40.000 viviendas, una falta de oferta que «tensiona la demanda y los precios».
Otra de las quejas empresariales es el teletrabajo en la administración pública, que, según Bezares, «ha empeorado» los trámites para las empresas por la falta de control sobre los empleados públicos.
Para José Miguel González, es necesario «implementar un sistema por objetivos» en la administración pública y que se pueda medir la productividad.