Mientras el Presidente del Gobierno afirmó que ETA es «lo único» que tiene la oposición, el secretario general del Partido Popular cargó contra el «mutismo» del Ejecutivo ante los condenados por terrorismo en las listas de EH Bildu
La presencia de 44 condenados por terrorismo en las listas de EH Bildu y la renuncia de siete de ellos, condenados por asesinatos de ETA, a recoger sus actas de concejales si son elegidos ha centrado el duelo entre Sánchez y Feijóo en la Cámara Alta, que se celebra en plena campaña electoral del 28 de mayo.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que garantice desde el Senado que «su pacto con Bildu se acabó». «O rompe con Bildu o rompe con la decencia», recalcó el jefe de la oposición.
Feijóo llamó a Sánchez a actuar: «Si lo de Bildu no es decente, tampoco es decente que pacte usted con ellos, y si lo indecente es legal, en sus manos está que no lo sea».
El líder del PP cargó, además, contra el jefe del Ejecutivo por reaccionar primero con «mutismo» a las listas de EH Bildu y terminar criticando al PP. Le ha acusado de ser más «cruel» con los populares que con el partido abertzale.
Feijóo le dijo a Sánchez que es un «presidente más generoso con los verdugos que con las víctimas» y que debería caérsele «la cara de vergüenza».
Sánchez subrayó la derrota de ETA durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que, en su «desesperación», «lo único» que tiene el PP es a ETA tras acusarle el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, de ser «sumiso» con EH Bildu y «más generoso con los verdugos que con las víctimas».
«Cuando en España ETA no es nada, para ustedes, ETA es todo (…) En su desesperación, ETA, aunque no exista, es lo único que tienen», le dijo el presidente del Gobierno a Feijóo.
El jefe del Ejecutivo acusó al PP de «falta de escrúpulos» y puso como ejemplo la actitud de este partido tras los atentados del 11M, cuando, a su juicio, el Gobierno de José María Aznar «mintió, mantuvo con descaro esa mentira y difamó a las víctimas de esa tragedia por un interés electoralista».
Denuncia Sánchez que ETA dejó de existir, salvo para el PP y para Vox, y recordó que el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero derrotó a la banda terrorista y que el PP, desde el Gobierno, negoció con ETA y «se rebajaron a la infamia por boca de Aznar de llamar a ETA movimiento vasco de liberación nacional».
El acercamiento de presos o excarcelaciones tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco y la acusación a Zapatero de traicionar a los muertos y al que fuera ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba de colaborar con la banda se convirtió en otras de las «verdades» enunciadas por Sánchez.
Además, recordó que las palabras del actual portavoz de campaña del PP, Borja Sémper, cuando dijo que lo importante era que acabara ETA y que el futuro se tenía que construir también con Bildu.
En Ferraz consideran extremista a Feijóo, y a Sánchez lo acusan de haber «cruzado un rubicón»
Según Feijóo, «si del sanchismo hubiese dependido, en País Vasco habría asesinos en las instituciones» por lo que se le debería caer «la cara de vergüenza».
«Le ha faltado darle las gracias a los asesinos por su generosísima propuesta», ha espetado además Feijóo, que lamentó que tras 144 años de historia el PSOE acabara a «disposición de Bildu».
Para el líder del PP, Sánchez es la «gran esperanza electoral» para «violadores y pederastas, sediciosos, corruptos, okupas y ahora también para los que iban con pasamontañas y pistolas«.
«Con razón Otegi dijo que su Gobierno era una oportunidad para Euskal Herria; es una oportunidad para Herri Batasuna, Sortu y Bildu, yo no lo seré jamás», agregó Feijóo.
«¿Le parece bien que se vayan los que apretaban el gatillo y se queden los que le daban las pistolas?», preguntó a Sánchez. Y a renglón seguido argumentó que los candidatos «han renunciado por su conveniencia electoral» y también por la del líder del PSOE.
Tras el debate, los equipos de ambos partidos cruzaron reproches. En Ferraz consideran a Feijóo un extremista «dirigido desde la Puerta del Sol» mientras que en el PP acusan a Sánchez de haber «cruzado un rubicón» al decir que su partido «hizo lo imposible para no acabar con ETA».