La tecnología y el uso de la inteligencia artificial da lugar a situaciones donde se vulnera el derecho al honor, la intimidad y la imagen
La tecnología también es una herramienta con la que se ejerce violencia machista. Son varias las mujeres que han denunciado el uso de la inteligencia artificial para desnudarlas.
Una práctica que vulnera derechos fundamentales y que Europa tendrá que abordar cuando regule el uso de esta tecnología.
Un ejemplo de ello es Johanna Villalobos, quien había publicado en sus redes una foto suya en bikini. La misma foto empezó a circular por internet pero con ella sin ropa. A través de la inteligencia artificial, alguien la había desnudado y había divulgado la imagen.
Como Johanna, varias mujeres han denunciado públicamente esta práctica, que vulnera el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen.
Con la inteligencia artificial pendiente de regulación en Europa, dicen las juristas que la legislación debe blindar el derecho al olvido y garantizar que estos delitos no queden impunes.
A falta de límites legales hay que seguir trabajando, dice, en los límites éticos de la inteligencia artificial.