La pobreza se agrava en este colectivo de personas, según ha puesto de manifiesto Cáritas Diocesana de Canarias este lunes
Cáritas Diocesana de Canarias ha advertido este lunes de que la pobreza se agrava para las personas que «no han logrado escapar» a los efectos de la crisis que generó la pandemia, tanto en términos económicos como de salud mental, lo que ha derivado en «aislamiento, soledad e incremento de adicciones».
Según ha detallado la secretaria general de la ONG en un comunicado, Caya Suárez, la crisis económica ha «dejado una huella más profunda en la pobreza y la exclusión social» que «se ha agravado» y cronificado en ciertos colectivos sociales.
La pobreza se intensifica y se cronifica
Hay personas que «no han logrado superar su situación a pesar de la recuperación económica», lo que ha llevado a que «la pobreza en las islas se haya intensificado y cronificado en el último período» debido a las «sucesivas crisis, agravada esta situación por el aumento generalizado de los precios y el coste de la vida».
Destaca también que esta situación ha propiciado la aparición de nuevos perfiles de pobreza y otras situaciones como las de los trabajadores pobres y una mayor vulnerabilidad de los mayores.
Cáritas Diocesana de Canarias atendió en 2022 a 28.487 personas, un 15 % más que en 2019, cifra que analiza en «el contexto de la mayor crisis económica y social en tiempos de paz», pues Cáritas había atendido a 45.331 personas en 2020 y a 53.186 en 2021.
Según ha puesto en valor el obispo de la Diócesis de Canarias y presidente de Cáritas, José Mazuelos, se atendió a un 12 % de la población de la provincia de Las Palmas en riesgo de pobreza y exclusión social durante los dos años de crisis.
José Mazuelos ha apuntado también que la situación «ha revertido de forma extensiva» y el pasado año Cáritas atendió un 7 % de esa población, pero advierte «con dolor» como «la pobreza se ha intensificado y se ha tornado más severa para las personas más pobres y vulnerables», según reflejan los datos de la memoria anual de la institución.
Personas al límite de sus recursos humanos y financieros
El director de Cáritas Diocesana de Canarias, Gonzalo Marrero, ha ampliado los datos indicando que durante esos dos años de crisis, 2020 y 2021, la institución experimentó «un aumento extraordinario de personas que ha puesto al límite sus recursos humanos y financieros».
Marrero ha considerado que en las actuales circunstancias económicas Cáritas «se ve obligada a limitar su acción» y ha cifrado en 1,2 millones de euros la cantidad que necesita la institución, a la que las administraciones públicas deben, en este momento, «más de 3 millones de euros».
Gonzalo Marrero también ha señalado que la recuperación económica en Canarias, especialmente la recuperación del empleo, y las políticas puestas en marcha por las administraciones públicas canarias para paliar los efectos de las crisis, han «influido de forma decisiva en la mejora de esta situación», ya que el impacto de estas medidas ha determinado que «un 35 % de las personas que obtuvieron una respuesta en 2021 hayan dejado de necesitar la ayuda de Cáritas en el año 2022«.
No obstante, ha dicho Marrero, respecto a 2019 Cáritas atendió «un 15 % más de personas en 2022, y se constata que las situaciones para las personas que no han salido de las sucesivas crisis son mucho más intensas y duras».
La pobreza «es más severa y la exclusión social se ha intensificado para esas familias», donde aparecen «perfiles agravados», como el de los trabajadores pobres o los mayores vulnerables, ha alertado.
Aumentan las necesidades y el número de respuestas de intervención
De acuerdo a los datos de la intervención de la institución del pasado año, durante 2022 Cáritas Diocesana de Canarias constató una situación de «intensificación y agravamiento de la pobreza ha llevado a Cáritas Diocesana de Canarias a aumentar un 6,5 % el número de respuestas registradas respecto a 2021«, aún siendo menor el número de personas atendidas.
En este contexto, «aumentan las necesidades y el número de respuestas de la intervención de Cáritas porque la pobreza se intensifica y cronifica».
Hay personas que «han quedado ancladas en la pobreza y la exclusión social tras las crisis, los factores clásicos de integración están perdiendo eficacia, de tal forma que, ni el acceso al empleo, ni a una renta a través de una prestación social garantizan la integración social plena».
El perfil atendido por Cáritas Diocesana de Canarias sigue siendo en un 60 % mujeres, un 48 % tiene entre 40 y 59 años, el 58 % es de nacionalidad española, un 49 % son familias con menores a cargo, están en desempleo un 74 % y el 42 % no tiene ingresos.