Las mujeres que hacen activismo contra la gordofobia se han convertido, como otras tantas feministas, en objetivo de mensajes de odio en Redes Sociales. Es el asunto que hemos abordado en la sección de igualdad de Buenos Días Canarias.
Las mujeres que utilizan las redes sociales para lanzar mensajes de empoderamiento y autoestima se han ido convirtiendo en objetivo de quienes se empeñan en convertir las redes sociales en terreno abonado para el odio. Es el caso de Mara Jiménez, una actriz , escritora y activista, a la que han llegado a amenazar de muerte tras pedir que se expulsara de la presentación de su libro a un hombre que hizo preguntas impertinentes. El vídeo de este hater fue manipulado para dañar a la actriz que, posteriormente, publicó el vídeo completo donde se pueden contemplar que el hombre que acudió a su evento empezó a grabar vídeos desde antes de iniciarse el acto y que interrumpió con preguntas impertinentes el coloquio posterior. Todo ello, en un intento de menospreciar el discurso de quienes apuestan por la aceptación personal a pesar de tener una corporalidad diversa.
Ese incremento de los delitos de odio hacia las mujeres no es algo casual, Reporteros sin Fronteras ya alertó recientemente de que mujeres activistas feministas y periodistas sufren especialmente el acoso en redes sociales.
Araceli Ruiz, activista canaria
No tiene la misma repercusión en redes que Mara Jiménez, pero también ha sufrido ese odio en redes. La activista canaria Araceli Ruiz creó hace unos cinco años un perfil en Redes Sociales, @gordiwapa, con el que trata de dejar atrás una vida de rechazo hacia su propio cuerpo y ayudar a otras mujeres que puedan encontrarse en la situación en la que estuvo. Ahora tiene una comunidad en la que lanza mensajes de aceptación de los cuerpos diversos, ofrece consejos de estilismo y muestra incluso su colaboración con marcas que han apostado por ella como imagen.
Araceli, invitada esta semana a la sección de igualdad de Buenos Días Canarias, ha afirmado que «hay muchas personas a las que les molesta ver a una persona gorda que tiene autoestima elevada«. Asegura que «cuando una persona con cuerpo no normativo llega a las redes, lo habitual es que sufra ataques».
Estos discursos de odio han existido siempre, desde los patios de los colegios, y ahora son amplificados y repetidos a través de las redes sociales, donde se perpetúan fundamentalmente por el anonimato.
El peso, la causa de todo mal
Cada vez más personas expertas han puesto el acento en la necesidad de tener una visión más integral de la salud y evitar la visión «pesocentrista» que tradicionalmente ha tenido la medicina. Lo cierto es que cada vez más especialistas insisten en que la salud es una suma de múltiples factores y la obesidad un factor de riesgo para tener otras patologías. Sin embargo, lo habitual es que cuando se pronuncian en este sentido, estas activistas sean acusadas de hacer apología de la obesidad. Esa visión que pone el peso en el centro, llevó a la propia Araceli a ser víctima de violencia obstétrica, después de que sufriera dos abortos que los especialistas achacaron únicamente a su sobrepeso y que finalmente no tenían relación con ello.