Desde primera hora de la mañana, centenares de vecinos de la Villa de la Orotava preparan sus alfombras de flores por las principales calles del municipio. Estas alfombras y el tapiz magno de la plaza del ayuntamiento rinden homenaje al Santísimo en el día grande de las fiestas
A pesar de la lluvia caída esta misma semana y que destruía parte del tapiz central, los alfombristas junto a muchos otros vecinos de La Orotava restauraban el tapiz de 950 metros cuadrados elaborada a base de arena del Teide, con la que estos artesanos son capaces de obtener una gama de 300 colores diferentes.
Durante la tarde la cita comenzó con un recorrido por las 35 alfombras de flores que cada año colorean el casco histórico de La Orotava y finaliza en el Magno Tapiz de la Plaza del Ayuntamiento. A continuación se celebró la procesión en la que el Corpus Christi pisó las distintas alfombras hasta llegar a la plaza, donde se encuentra el tapiz central. Ocupa aproximadamente una hectárea. Este año su composición tiene además de un mensaje religioso, una nota medioambiental y social, con el color rosa que simboliza la lucha contra el cáncer.
Televisión Canaria se ha volcado un año más con la festividad de la Infraoctava del Corpus Christi y acompañará la retransmisión de la procesión con varios reportajes.
El primero de ellos hizo hincapié en los daños que la lluvia de esta semana ha ocasionado al Tapiz Magno de la plaza del ayuntamiento, realizado con flores y arenas del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide y de ceniza del volcán de La Palma.
Una tradición de siglos
En declaraciones a EFE Domingo Jorge González explica que la tradición de las alfombras en la calle con motivo de esta festividad religiosa data de 1847 en el municipio tinerfeño, cuando se realizó la primera por fuera de la Casa Monteverde.
Ello dio lugar a que comenzaran a hacerse alfombras con diferentes motivos a base de flores de forma casi continua hasta la actualidad, lo que alcanzó un momento cumbre en 1919 cuando, tras embaldosar y adoquinar la plaza del Ayuntamiento, se decidió realizar el gran tapiz y, aquel año, fue la primera ocasión «en la que el Santísimo entró» en el recinto, rememora González.
Evolución de la fiesta
A partir de ahí ha continuado la tradición del magno tapiz que ha evolucionado de ocupar una parte solamente, la zona central de la plaza entre columnas, a cubrir toda la superficie, aproximadamente unos 950 metros cuadrados.
Al principio, continúa Domingo Jorge González, se utilizaban también las flores, igual que el resto de alfombras del Corpus en las diferentes calles, pero al ver que se deterioraban de un día para otro se comenzaron a probar diferentes materiales en busca de mayor durabilidad.
Entre otros, se incorporaron a las alfombras lapas, burgados, carozos de millo y varas de eucalipto hasta que, en un año que no se ha podido precisar, surgió la idea de utilizar arena y, concretamente, tierra del Teide, que continúa hasta la actualidad «y desplazó al resto de materiales».
300 tonos diferentes
«Son naturales, sin colorantes ni tintes y con los siete colores básicos que podemos conseguir en el Teide se pueden lograr 17 tonos que se van mezclando, cada uno en su espacio, de forma que se puede sacar una gama de casi 300 tonos diferentes de colores», subraya el director del tapiz.
Comenta también Domingo Jorge González que con el tapiz de este año se cierra una trilogía dedicada a cuestiones sociales aunque, desafortunadamente, una parte de las imágenes están prácticamente perdidas tras las lluvias caídas el pasado lunes.
La parte afectada era la que lucía los tonos de la puesta de sol y el colorido del arco iris, que para los alfombristas simbolizaban la integración social «de todos los seres humanos en nuestro contexto».