Un informe avala que la capacidad de generación de energía en Ucrania se ha reducido casi un 50 por ciento respecto a niveles previos de 2022
El Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial han alertado este martes de la «extrema vulnerabilidad» del sistema de energía ucraniano. Se encuentra operando «en modo de emergencia» y cuyos daños ascienden a más de 10.000 millones de dólares (unos 9.100 millones de euros).
Un informe creado justo antes de la destrucción de la presa de Kajovka habla de que más de la mitad de los transformadores de alto voltaje no solo han sido destruidos, sino que han sido objetivo de repetidos ataques de Rusia, frustrando así los intentos de reparación.
Suministro deficiente durante el invierno
«La pérdida de facto de la generación a carbón obsoleta debe verse como una oportunidad para acelerar la transición verde y la descentralización del sector. Ya hemos comenzado a cooperar con varios municipios con el fin de asegurar sus necesidades inmediatas de suministro de energía. Pero también para allanar el camino para financiar el desarrollo de una infraestructura energética más ecológica y resistente», ha declarado el representante del PNUD en Ucrania, Jaco Cilliers.
Además, el informe señala que la capacidad de generación de energía se ha reducido casi un 50 por ciento respecto a niveles previos de 2022, lo que ha afectado «significativamente» al suministro de energía durante el invierno.
Tanto Kiev como Moscú se han acusado mutuamente de la destrucción de la presa de la central hidroeléctrica de Kajovka, que ha dejado decenas de muertos y centenares de desplazados.