El máximo mandatario norcoreano vuelve a su país tras una visita institucional en la que, según las autoridades rusas, no se alcanzó ningún acuerdo militar
El líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, ha subido a un tren blindado en una estación de la ciudad rusa de Artiom para iniciar su viaje de vuelta a Pyongyang tras una visita oficial de varios días a Rusia en la que se ha reunido con el presidente y el ministro de Defensa del país, Vladimir Putin y Sergei Shoigu.
Según las autoridades rusas, Kim ha estado acompañado en la estación por la guardia de honor del Distrito Militar Oriental y por una banda militar que ha tocado los himnos de Rusia y Corea del Norte como despedida tras su visita.
Así, el tren ha iniciado su recorrido desde Artiom hacia el puesto fronterizo de Hasan, situado a unos 250 kilómetros de distancia. Durante el último día de su visita, ha visitado la Universidad Oriental de Extremo Oriente, donde se ha reunido con estudiantes norcoreanos, tras lo que ha acudido al acuario de Primosrki y a varias compañías de investigación y producción de alimentos.
Desde Rusia esperan que la visita sirva para llevar las relaciones entre ambos países
El embajador ruso en Pyongyang, Alexander Matsegora, mostró el sábado su confianza en que la visita de Kim a Rusia servirá para llevar las relaciones entre ambos países «a un nivel superior». Sobre la mesa durante su encuentro con Putin estuvo un posible acuerdo para el suministro de armamento norcoreano que hizo saltar las alertas de las principales potencias internacionales, especialmente Estados Unidos.
Sin embargo, las autoridades rusas afirmaron el viernes que la cumbre entre Putin y Kim finalizó sin ningún tipo de acuerdo militar entre las partes. Aun así, el mandatario ruso ha aceptado una invitación del líder norcoreano para visitar Corea del Norte, en una muestra del acercamiento entre Moscú y Pyongyang.