La respuesta de las infraestructuras educativas para afrontar las olas de calor ha llevado a la Federación de Ampas de Gran Canaria ha pedir soluciones ante la «desidia histórica»
La Federación de Ampas de Gran Canaria (Fapa Galdós) ha pedido soluciones a la «desidia histórica» de las administraciones en materia de infraestructura educativa y ha tildado de «insana» la situación que ha sufrido en los últimos días la comunidad educativa debido a la ola de calor.
Así lo ha indicado en un comunicado en el que ha recordado que las infraestructuras educativas son propiedad municipal en el caso de escuelas infantiles y centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP), mientras que la Consejería de Educación asume los edificios del resto de etapas educativas no universitarias.
Además, la Federación agregó que para hacer frente a las inversiones municipales en materia educativa, la comunidad autónoma dotaba fondos a través de las transferencias conocidas como obras RAM (reforma, acondicionamiento y mejora).
Al respecto, el presidente de la Fapa Galdós, Sergio de la Fe, ha dicho que «desde los centros educativos hemos asistido históricamente a un ejercicio de irresponsabilidad en el que las administraciones han batallado para no hacerse cargo de obras o mejoras aludiendo siempre a que correspondía a la otra administración».
Sistema online para las olas de calor
En cuanto a las altas temperaturas en los centros escolares, la Federación hizo especial hincapié en la reclamación constante para que los centros fueran dotados de espacios de sombra en los patios.
«Ante esta desidia, han sido las propias familias socias de las ampas quienes han donado sus fondos a los centros para poder adquirir las pérgolas de sombra, e incluso fuentes de agua. Lo mismo que ocurre con otras infraestructruras básicas como los patios adaptados para el alumnado de Infantil y hasta las cocinas de los comedores escolares», comentó De la Fe.
Sobre la propuesta de algunos centros educativos para que en situaciones de ola de calor como la actual, se suspendan las clases presenciales y se opte por el sistema online, desde la Federación se considera que no es una solución puesto que los padres y las madres tienen que seguir atendiendo sus responsabilidades laborales, haga la temperatura que haga.
«Mandar al alumnado a casa no puede ser la solución, salvo que sus familias también sean liberadas de su obligación de acudir al trabajo», explicó el presidente para añadir que «la solución pasa por dar respuesta inmediata a las necesidades de infraestructuras adecuadas para el desarrollo de la actividad lectiva».