Tardó poco el anfitrión en destruir el partido, pues irrumpió con paso firme gracias a un parcial de 14-0 que le permitió desenvolverse con comodidad
El Real Madrid de baloncesto sigue convirtiendo la victoria en algo cotidiano y a pesar de tener una semana con cita doble en la Euroliga sorteó al desgaste físico para imponerse de manera contundente y convincente al Dreamland Gran Canaria (97-71).
Tardó poco el anfitrión en destruir el partido, pues irrumpió con paso firme gracias a un parcial de 14-0 que le permitió desenvolverse con comodidad. Su buena defensa desarboló al rival y, cuando este empezó a anotar, apareció en escena Mario Hezonja.
Cuadro blanco
Lo del croata comienza a ser ya cosa muy seria, hasta el punto de ser uno de los jugadores más decisivos en la temporada casi perfecta del cuadro blanco. En esta ocasión anotó 13 de los últimos 17 puntos de los suyos antes del final del primer cuarto. Y además, asistió en una de las dos canastas restantes, anotadas ambas por Walter Tavares.
La exhibición individual del «once» permitió al de casa conservar la renta que tanto se había trabajado en el arranque y que fue capaz de prolongar en el segundo acto con una anotación más coral; mientras Ethan Happ, con 15 puntos, y Ferrán Bassas, con dos triples, sostenían al conjunto canario.
Veinte minutos de ventaja
A la segunda mitad se presentó el plantel de Chus Mateo con un parcial favorable de 13-2, importante en lo psicológico porque le permitió sobrepasar la barrera de los veinte puntos de ventaja y acercarse incluso a la de los treinta al filo de la media hora. Lo evitó el contrario con un 0-9 que incluyó siete tiros libres.
Así las cosas, el enfrentamiento llegó ya decidido a los últimos diez minutos. Los aprovecharon hombres como Eli Ndiaye para acumular méritos e Ethan Happ para seguir engordando sus cifras y acabar con unos meritorios 26 puntos.