Algunas de las medidas serán el aumento de zonas libres de humos y una regulación «precisa» para los vapeadores
El Ministerio de Sanidad se ha marcado como una de sus prioridades «sacar del cajón» el plan antitabaco que contempla ampliar los espacios libres de humo a las terrazas, las playas o los coches en presencia de menores y embarazadas, un veto que incluye todos los derivados del tabaco como vapeadores.
«Debemos retomarlo porque no podemos darle la espalda a la única medida que más años de vida y más calidad de vida puede aportar a la población, que es disminuir el tabaquismo», ha zanjado la ministra de Sanidad, Mónica García, en un encuentro con los medios celebrado junto con el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla.
Se ha referido así al borrador del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025, que su departamento, entonces pilotado por Salvador Illa, alumbró en diciembre de 2021 y que, tras las aportaciones de las asociaciones científicas y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), se concluyó hace año y medio sin que haya visto la luz definitiva.
García mantiene la intención de ampliar el veto al consumo de tabaco a más zonas
«Los primeros pasos son sacarlo del cajón», ha respondido García, quien ha garantizado que mantendrá la intención de ampliar el veto al consumo de tabaco y derivados a más zonas.
Pero «habrá que ver cada uno de los casos y cada uno de los supuestos», porque aunque «sean unos planes que están en el cajón y que están pendientes de salir, obviamente» el texto existente va a ser revisado y dialogado «con todos los afectados y todos los que tengan que decir algo en esto».
Los «vapers» tendrán una regulación «precisa y adaptada» a la normativa del tabaco
Eso incluirá lo vapeadores, que tendrán que tener una «regulación precisa y adaptada» a la normativa del tabaco.
«Lo que prevemos es estudiar cuál va a ser ese plan, si hay que ampliarlo, si hay que modificarlo, pero sí que tenemos un firme compromiso con esas recomendaciones«, ha concluido.
Por otro lado van los vapeadores desechables, cuya venta se ha prohibido en países como Francia, que a los riesgos para la salud añaden «un impacto medioambiental amplificado con respecto a los otros», ha explicado Padilla, quien ha agregado que sobre ellos «sí que hay una especie de consenso creciente en el conjunto de Europa de que puede haber unas medidas más restrictivas» que sobre los demás.