A Malata ha sido testigo de cómo su equipo, el Racing de Ferrol, volvía a ganar, esta vez ante el Tenerife, que no estuvo a la altura
El Racing de Ferrol regresó este domingo a los resultados en positivo tras ganar al Tenerife por 3-1 en A Malata, feudo de los verdes que esta misma jornada cumplió un año desde la última derrota del cuadro preparado por Cristóbal Parralo.
En el que pudo ser último partido de Carlos Vicente con la camiseta ferrolana por su posible fichaje por el Alavés, el equipo local respondió desde la defensa, que quiso recuperar su brillo, y con el habitual trabajo por las bandas, en el que Heber Pena asumió el liderazgo.
Iker Losada retó con un disparo lejano en el 8, que atrapó Juan Soriano, tras frenar el meta local Ander Cantero a Elady dos minutos antes y buscaron la reacción los verdes desde el contraataque, para quedarse al borde del 1-0 con un centro de Heber Pena que no pudo convertir en gol Álvaro Giménez.
Posesión mantenida
Con la posesión claramente en el bando ferrolano, Luismi Cruz -primero- y Roberto López -después- se asomaron en el 26, pero Jon García ejerció de freno ante la acción a la contra.
A pase de Álvaro Giménez, Iker Losada abrió la cuenta en el 26 con un disparo cruzado tras un cara a cara con el portero chicharrero que fue el colofón a una labor colectiva para desbordar al once canario, tras la que, de cabeza, pudo ampliar la renta el propio Giménez tan solo tres minutos más tarde.
El Racing de Ferrol, hacia el descanso, consolidó su dominio y estuvo muy decidido en su lucha por ahogar a la retaguardia visitante, pero el Tenerife, con Luismi Cruz al frente, apeló a la velocidad ya al inicio del segundo tiempo para despejar dudas sobre su rendimiento ante los verdes.
Un penalti, que ratificó el VAR, estaba llamado a decantar el duelo ya en el 50 y Álvaro Giménez confirmó la ventaja verde, un 2-0 que no apagó a los tinerfeños, capaces de recortar distancias en el minuto 63 con un gol de Ángel, también comprobado por el VAR.
El intento de los de Garitano por puntuar confundió al conjunto de Parralo, que pasó a tener su imagen más imprecisa y que salvó el empate poco después del 2-1 gracias a su portero y a Jon García, artífice del despertar local con el gol definitivo, de cabeza tras un saque de esquina en el 75, que eleva a los ferrolanos como cuartos en Segunda.