La excepción ibérica, conocida como el tope del gas, finaliza este domingo, 31 de diciembre, dejando paso a novedades económicas
La excepción ibérica, conocida como el tope al gas, creada para compensar el alza del precio de luz que surgió como consecuencia de la guerra en Ucrania, dejará de funcionar el 31 de diciembre. Casi dos años después es hora de analizar si se ha alcanzado o no el objetivo.
Un ahorro que se concentró en los primeros meses, los de mayor volatilidad del sistema, y que podría haber supuesto un 15% del precio de la electricidad puede valorarse en cerca de 5.000 millones de euros. Una vez estabilizado, apenas ha tenido impacto.
No obstante, enero arranca con novedades entre las que se incluye la subida del impuesto de la electricidad. Todas las comercializadoras deberán introducir cambios para adaptar lo publicado en el BOE del 28 de diciembre.
Los expertos coinciden en que a priori no se esperan grandes subidas en el precio de la energía.