El proyecto ofrece herramientas a los menores para aprender a manejar situaciones que pueden llegar a derivar en estados depresivos
El Ayuntamiento de Puerto del Rosario, a través de la Concejalía de Educación, acerca a los escolares del municipio un proyecto denominado «Botiquín emocional para situaciones de crisis» que tiene entre sus objetivos enseñar a los adolescentes a ser capaces de manejar su salud emocional. Este martes, alumnos de sexto de primaria del CEIP Agustín Millares Carló han participado en las actividades que propone este proyecto.
David de Vera, alcalde de Puerto del Rosario, explicó que “la importancia de este tipo de proyectos radica en que este grupo de población es uno de los que más necesita relacionarse con sus iguales. Los cambios propios de la edad pueden favorecer la aparición de la ansiedad, depresión o desmotivación, por eso es tan importante proporcionarles las herramientas necesarias para aprender a manejar estas situaciones”.
Para el concejal de Educación, Juan Jiménez, “el valor añadido que ofrece este proyecto a los escolares es poder incorporar pequeños hábitos sanos que marquen la diferencia en su estado de salud física y emocional. Acciones que podrán implementar a lo largo de su vida para prevenir los estados depresivos”
El proyecto se divide en dos vertientes
Este proyecto tiene dos vertientes diferenciadas. Por un lado, tendrá un desarrollo audiovisual, por medio de tres vídeos en los que los alumnos conocen qué situaciones pueden provocar estrés y cómo reacciona su cuerpo o su cerebro ante estas situaciones.
Por otro lado, a través de tres sesiones presenciales u online, los participantes conocerán diferentes herramientas que les ayudarán a sentirse en su centro emocional y les serán muy útiles para aprender a manejar los días en los que no se encuentren bien.
La base de trabajo de este ‘botiquín emocional’ son disciplinas como la Criminología, la Psiconeuroinmunología, la Inteligencia Emocional y el Mindfullnes. A través de los conocimientos y herramientas que ofrecen estas disciplinas, los menores podrán identificar su estado emocional y aplicar recursos como la risa como medicina, el trabajo de conciencia corporal, técnicas de relajación, la comunicación sin pelear, el deporte o la aromaterapia.