El juez subraya la gravedad de las lesiones sufridas por los agentes de Policía que, en el caso de uno de ellos, se produjeron por un fuerte golpe
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón sostiene que no se puede descartar “el ánimo homicida” en las graves lesiones que sufrió un policía en una protesta de los CDR en Barcelona. En concreto, contra la sentencia del “procés”, una manifestación que él vincula con Tsunami Democràtic.
El juez, que ve indicios de terrorismo contra el expresidente catalán Carles Puigdemont en el caso Tsunami, ha hecho ese planteamiento en un auto dictado apenas dos días después de la enmienda pactada por PSOE, ERC y Junts a la ley de amnistía para incluir los delitos de terrorismo siempre y cuando no hubieran causado violaciones graves de derechos humanos de forma manifiesta y con intención directa.
El juez de la Audiencia Nacional
El magistrado de la Audiencia Nacional ha rechazado el recurso de una de las investigadas en esa causa contra la personación en el procedimiento de dos agentes de Policía. Cabe destacar que sufrieron heridas de gravedad en los incidentes ocurridos el 18 de octubre de 2019 en la plaza de Urquinaona y Vía Laietana de Barcelona.
En su auto, alude a las lesiones que sufrió un agente por el impacto de un objeto contundente que le rompió el casco. Además, expone que “al no haberse efectuado diligencia de instrucción alguna, no haber podido oír al perjudicado, ni realizar informes forenses, no se puede inferir si por el tipo de objeto arrojado, el lugar en el que se recibió el impacto, la posición del agresor o cualquier otra circunstancia periférica concurrente, podría apreciarse un ánimo de lesionar u homicida”.
Participantes en las manifestaciones
Ese es precisamente el artículo citado en las enmiendas introducidas en la ley para establecer qué tipo de delitos de terrorismo pueden ser amnistiados y cuáles no.
El juez subraya la gravedad de las lesiones sufridas por los agentes de Policía que, en el caso de uno de ellos, se produjeron por un fuerte golpe en la parte superior del casco reglamentario causado por un objeto contundente arrojado por uno de los participantes en las manifestaciones.