La alerta por viento ha hecho aplazar la salida extraordinaria del Señor de Las Tribulaciones por las calles de Santa Cruz de Tenerife
El Martes Santo, el Señor de Las Tribulaciones no pudo salir en procesión por culpa de la lluvia. Pero en la ceremonia se anunció que lo haría de forma extraordinaria este lunes 8 de abril. Tampoco pudo salir. En este caso por culpa de la alerta por viento que afectó a todo el archipiélago.
Su salida procesional era para recordar a los fallecidos por una pandemia de cólera-morbo que en el año 1893 azotó a la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. De momento está aplazada, pero sin fecha concreta.
Señor de Santa Cruz
La imagen del Señor de las Tribulaciones es de las más veneradas en la capital tinerfeña. Se le conoce también como Señor de Santa Cruz y se le considera el «protector» de la ciudad, debido sobre todo a que «salvó» a la ciudad de una pandemia de cólera-morbo en el año 1893.
Un barco de origen italiano en el puerto de Santa Cruz de Tenerife originó la pandemia que afectó de forma muy grave a los vecinos de la capital tinerfeña. A todos, menos a los del barrio del Toscal, que permanecieron libre de los efectos de la enfermedad. La propagación de la pandemia se frenó tras la realizarse una procesión de la imagen en rogativas por las calles de la ciudad. Es uno de los milagros que se le otorgan a la talla. Otro tiene que ver con el «sudor» de la imagen.
Milagros que se le atribuyen
Aunque este puede ser el milagro de mayor repercusión social, casi un siglo antes destacó el extraño «sudor» de la talla. El 22 de junio de 1795, el administrador del Hospital de Dolores, en La Laguna y donde estuvo durante años esta imagen del busto de Jesús, remite una carta al vicario de Santa Cruz. En ella narra que en la casa de la familia Carta en Santa Cruz, a la que había sido trasladada la imagen para que curase a la esposa de Don José Carta. El administrador advierte que la talla había sudado en tres ocasiones diferentes y que el hombre enfermo, se había curado.
Es a partir de ese momento cuando el Señor de las Tribulaciones comenzó a adquirir gran popularidad y devoción por parte de los habitantes de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. Así su propietario en aquel momento, el presbítero Fernando de Fuentes, se comprometió a realizar un retablo en el desaparecido Convento de San Pedro de Alcántara y actual Parroquia de San Francisco de Asís. Allí se colocó para la perpetuidad la imagen en el año 1802.