Nieves Lady Barreto aclara que para implantar las salas de tranquilidad «necesitan la implicación de los propios juzgados»
La consejera de Presidencia, Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad del Gobierno de Canarias, Nieves Lady Barreto, ha anunciado este martes que el Ejecutivo autonómico está trabajando para poder instalar salas de tranquilidad para niños víctimas de violencia en todas las islas.
En respuesta a una pregunta de la diputada Carmen Hernández (NC), la consejera indicó que la intención del Gobierno es implantar este proyecto piloto en todos los juzgados para que los niños que sufren un acto violento «puedan recibir el mismo trato durante el proceso judicial».
Ahora bien, Nieves Lady Barreto aclaró que para conseguirlo «necesitamos la implicación de los propios juzgados» y, al mismo tiempo, se ha solicitado al Ministerio de Justicia que se creen este tipo de juzgados, al igual que se crearon los juzgados de violencia contra la mujer.
La consejera afirmó que el Gobierno de Canarias está dispuesto a montar estas salas y así se lo ha trasladado al Tribunal Superior de Justicia de Canarias. «Hay que buscar espacios, pero estamos dispuestos a asumir el coste de montar estas salas siempre y cuando los juzgados decidan dar ese paso», dijo.
Renovación de las salas existentes
Asimismo, apuntó que también se está renovando el mobiliario de las salas existentes en Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife, Puerto del Rosario y Telde, y se ha adaptado la sala del IML ubicada en los Juzgados de La Laguna, creando ese espacio acondicionado para menores.
Por último, Nieves Lady Barreto incidió en que su deseo sería que hubiera un juzgado de este tipo en todas las islas, tal y como ya está implantado en Las Palmas de Gran Canaria, y que puedan ser creados obligatoriamente.
Por su parte, Carmen Hernández destacó que las salas de tranquilidad para niños víctimas de violencia «han humanizado más a la justicia» y puso en valor la puesta en marcha de esta iniciativa, que va encaminada a que el paso por un juzgado de un niño o una niña que ha sufrido algún acto violento sea «menos traumático».