Las autoridades detienen al general Zúñiga, que acusa al presidente de pedirle sacar «los blindados» para «levantar» su popularidad
El Gobierno de Bolivia ha sofocado apenas tres horas después el intento de golpe de Estado encabezado por el general Juan José Zúñiga, quien junto a unidades del Ejército había tomado la plaza de Murillo de La Paz, centro del poder político del país, un incidente que se ha saldado con al menos nueve heridos.
Zúñiga, quien aseguró que nombraría un nuevo gabinete y liberaría a todos los «presos políticos», finalmente ha cejado en su empeño tras confrontar con el propio presidente Arce a las puertas de la sede del Gobierno, quien le ha ordenado replegarse.
La retirada se ha producido después de que el presidente Luis Arce tomara posesión del nuevo mando de las Fuerzas Armadas y nombrase al nuevo comandante del Ejército, José Sánchez, tras lo que Arce ha agradecido el apoyo de la población, que se ha trasladado a las inmediaciones de la plaza Murillo, como a la comunidad internacional, según ha publicado la agencia de noticias boliviana ABI.
Zúñiga es detenido y señala a Arce de un auto golpe de Estado
Las autoridades ya han logrado detener tanto al general como al ex vicealmirante Juan Arnez Salvador, que está acusado de los delitos de terrorismo y de alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado, según el diario ‘El Deber’.
Tras ello, Zúñiga ha declarado que Arce le había pedido sacar «los blindados» para «levantar» la popularidad del mandatario boliviano, quien le habría confesado que la «situación está muy jodida».
«El presidente me dijo la situación está muy jodida, muy crítica. Es necesario preparar algo para levantar mi popularidad. ¿Sacamos los blindados?», ha manifestado el militar, que respondió de forma afirmativa a la supuesta pregunta del presidente.
Poco antes, el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, ha expresado que detendrían a Zúñiga por intentar «subvertir el orden constitucional», una conducta que ha tachado de «intolerable» y que no van a «permitir».
Aguilera ha explicado que los dos arrestados no han sido los únicos en «planificar y conspirar», y que se llevarán a cabo más investigaciones contra otras personas por alzamiento armado, atentados contra el presidente o destrucción de bienes públicos y privados.
Por su parte, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ha informado de que «el objetivo del señor Zúñiga era tomar la rienda de este país» y que pretendía «convertirse en un gobierno de facto, cambiar el gabinete de ministros y desconocer la voluntad del pueblo como lo han hecho otros en el pasado».
Asimismo, ha señalado que se trata de un «intento de golpe real» y no de un «simulacro» debido a que ha provocado al menos nueve heridos y daños en numerosas propiedades.
Los seguidores de Evo Morales también acusan al presidente boliviano de «autogolpe»
El ‘ala evista’ del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS) ha acusado al presidente de Bolivia, Luis Arce, de realizar un «auto golpe» de Estado después de que un grupo de militares intentasen tomar la plaza Murillo de La Paz, centro del poder político del país, un incidente que se ha saldado con al menos nueve heridos, si bien han acabado retirándose.
«(De) magistrados autoprorrogados a un autogolpe, el pueblo boliviano se hunde en la incertidumbre. Este desorden institucional, donde las autoridades extienden ilegalmente sus mandatos», ha declarado el presidente de la Cámara de Senadores, Adrónico Rodríguez, según el diario boliviano ‘El Deber’.
Por otro lado, el seguidor del expresidente Evo Morales César Dockweiler ha manifestado que la asonada ha sido un «autogolpe» para «fortalecer» a Arce en medio de una crisis económica, una teoría con la que también ha coincidido el diputado Héctor Arce Rodríguez, que ha tildado de «show montado entre Zúñiga y Arce».