El acusado se ha mostrado arrepentido de acuchillar a su expareja y se compromete a pagar 13.500 euros como reparación de daño
Un hombre acusado ha aceptado ser el responsable de acuchillar a su expareja. El acusado clavó un puñal en el lado derecho del cuello a la víctima. Manifestó que lo hizo porque “había tomado bastante, estaba nervioso y fuera de mis cabales”.
El ataque tuvo lugar el 1 de julio de 2023 durante un baile en el Centro Cultural de Guamasa en La Laguna. El acusado vio que su expareja se encontraba con otro hombre y, según le pareció, de vez en cuando lo miraba y se reía de él.
En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, la Fiscalía accedió a rebajar de 13 a 11 años la petición de cárcel. Tiene en cuenta la atenuante de reparación del daño, tras depositar 7.000 euros de los 13.500 reclamados y comprometerse a pagar el resto.
La pareja había roto hacía cinco meses por decisión de ella, aunque según el acusado fue de mutuo acuerdo. A partir de entonces el hombre la llamaba continuamente y rondaba su casa para intentar volver a retomar la relación.
La insistencia llegó al punto de que el 14 de febrero, día de los enamorados, la mujer presentó una denuncia por acoso en la comisaría. Sin embargo, esta no tuvo efecto alguno.
Afirmó haber rehecho su vida
Por su parte, el acusado aseguró que había rehecho su vida con otra pareja que aquella tarde no le pudo acompañar porque trabajaba. Que la denuncia por acoso se debió a un malentendido y que no tenía interés en retomar la relación.
Durante el baile relató que en un momento dado intentó saludarla, pero ella se negó y le dijo: “¡Déjame tranquila!”. Ante el rechazo fue a buscar un cuchillo que siempre llevaba en su coche de 15 centímetros de hoja. A continuación volvió al Centro, agarró a la mujer por la espalda, viró su cabeza hacia la izquierda y se lo clavó en el lado derecho, provocando una importante hemorragia.
Mientras se consumó la agresión asegura que se quedó en blanco. “No recuerdo nada, estaba muy nervioso y bastante tomado, jamás le he hecho daño a nadie”. Aseguró que se arrepentía y pedía perdón.
Alcoholismo y depresión
Su abogado pidió que se tomara en cuenta que el procesado es alcohólico desde temprana edad, llegando a sufrir cirrosis. Además, alegó que toma pastillas para los nervios y la depresión.
Relato de la víctima
La víctima declaró que su expareja nunca llegó a asimilar la ruptura y continuamente la llamaba desde distintos números de teléfono y daba la impresión de que la perseguía.
Aquella tarde estaba hablando con más amigos cuando el acusado se acercó y le dijo que si podían hablar afuera o si quería bailar, a lo que ella se negó.
Entonces fue cuando le dijo: “Ahora vas a saber lo que es un hombre”. Seguidamente, la atacó por la espalda sin que se pudiera defender y de forma inmediata fue trasladada al Hospital de La Candelaria. Ahí estuvo internada durante una semana y fue sometida a una operación. Ni ella, ni el hombre que estaba a su lado creen que el acusado estuviera borracho. En todo caso parecía “muy furioso y violento”.
La mujer dice que esta agresión “me cambió totalmente la vida, antes era muy alegre, estaba fuerte, me gustaba salir pero ya no. Ahora mi hermano me convence para pasear un rato, pero enseguida quiero volver a casa”. Añadió que vive con miedo, pese a que el hombre permanece en prisión preventiva desde hace un año.