Cada verano se repite la misma escena, familias que deciden abandonar a sus mascotas para irse de vacaciones
El abandono de mascotas es una lacra que se acentúa todos los años durante el verano. En el Albergue Insular de animales de Gran Canaria, en Bañaderos, han llegado casi 300 animales entre perros y gatos.
Historias de abandono
Las mascotas abandonadas sufren secuelas psicológicas de la situación que pueden perdurar durante bastante tiempo. Entre ellas se encuentra Yedra, una perrita dejada en un transportín a la puerta de un refugio por su dueña. Otro caso es el de Canelo, un perro que vagaba por el campo en Santa Brígida antes de ser rescatado. Estas son solo dos de las historias de los 254 animales que han llegado al albergue de Bañaderos en lo que va del año. Se prevé que esta cifra se acerque a los 576 perros y gatos que el refugio acogió en 2023.
El abandono de mascotas no es solo un problema ético, sino también un acto que tiene graves consecuencias para los animales y para la sociedad en general. Además del evidente sufrimiento de las mascotas, el abandono conlleva costos económicos y operativos para los refugios que deben atender a estos animales.
Una de las principales causas del abandono es la falta de conciencia sobre la responsabilidad a largo plazo que implica tener una mascota. Los expertos citados en el video señalan que las mascotas, como perros y gatos, requieren un compromiso de 10 a 15 años, así como una inversión económica. El coste anual para el cuidado de un gato se estima en aproximadamente 700 euros, mientras que para un perro asciende a unos 830 euros.
A veces hay final feliz
A pesar de las circunstancias difíciles, el albergue de Bañaderos también ofrece historias de esperanza. Un ejemplo destacado en el video es el de Pepín, un perro que llegó en condiciones lamentables hace un año y medio. Gracias al esfuerzo del personal y voluntarios del refugio, Pepín ahora está listo para ser adoptado y encontrar un nuevo hogar. En lo que va del año, 280 mascotas han sido adoptadas desde este refugio, lo que resalta la importancia de la adopción responsable como una solución viable al problema del abandono.