Expertos sanitarios nos cuentan qué debemos llevar en nuestro botiquín para asegurar nuestro viaje
Con la llegada del verano y las vacaciones, el ocio al aire libre y los desplazamientos se vuelven más comunes, y con ellos, la seguridad debe estar presente. Lejos de nuestra consulta médica habitual, lo ideal es que estemos preparados con un buen botiquín para nuestro viaje.
Para asegurarnos un buen verano, y superar las pequeñas complicaciones, un botiquín debidamente equipado durante nuestro viaje puede ser muy útil en casos de emergencia.
El agua y la hidratación
No es un medicamento, pero sí un indispensable. Con el calor, la mayoría de problemas, incluidos dolores de cabeza, los podremos evitar con una correcta hidratación. Tomar entre un litro y medio de agua y dos, es obligatorio. Sobre todo evitar bebidas alcohólicas o la cafeína, especialmente en ancianos y niños.
Protector solar
El protector solar, de al menos factor 30, debería ser un indispensable todo el año, pero más en verano. Protegernos de quemaduras nos garantizará una buena salud de la piel el día de mañana y evitará muchas molestias al día siguiente de la exposición.
Un buen botiquín para el viaje
Los elementos que debe contener un botiquín son: un termómetro; material de curas, entre lo que se encuentra suero fisiológico, para lavar heridas, lavados nasales y oculares. También antisépticos, como clorhexidina acuosa; tijeras de punta redondeada; jeringas desechables, para lavados de heridas y nasales, así como para las dosificaciones pediátricas; tiritas; gasas estériles; esparadrapo; vendas y bolsas para aplicar frío en caso de contusiones.
El botiquín además debe incorporar sales de rehidratación oral, “utilizadas en casos de diarrea o vómitos que no cesan o que puedan derivar en una deshidratación. Esto ocurre de forma más frecuente en personas de edad avanzada y niños. Estas sales suelen venir ya preparadas y se presentan en sobres para preparar o de forma líquida con sabores”, explica la enfermera investigadora.
Las pomadas y medicamentos también son elementos que deben estar presentes en un buen botiquín. Las pomadas más habituales son las empleadas en picaduras de insectos y alergias. Sobre los medicamentos, los más conocidos, y que deben estar en todos los botiquines, son los analgésicos, como Paracetamol, antiinflamatorios, como el Ibuprofeno y antigripales.
No se debe incluir en un botiquín de viaje fármacos caducados, restos de tratamientos anteriores o tratamientos habituales de la familia. En caso de que haya varias personas tomando medicamentos de forma habitual, estas medicinas deben colocarse en sitios separados.
Revisar la fecha de caducidad de los medicamentos al menos 2 veces al año
Una de las consideraciones profesionales a tener en cuenta es “revisar la fecha de caducidad de estos medicamentos. Además deben estar en en sus envases originales con un etiquetado claro y guardarlos en un lugar seco, fresco y limpio, evitando la cocina y los baños. Esto último se debe a que estos son espacios con cambios bruscos de temperatura y humedad. Sobre todo, los medicamentos deben estar fuera del alcance de los niños y en un lugar que todos los miembros de la familia conozcan.
El botiquín de viaje es un buen lugar para tener anotados los teléfonos de los servicios de urgencias de lugar de destino. También resulta recomendable incluir gel hidroalcohólico para el lavado de manos y extremar así las medidas antisépticas durante el viaje si no hay disponible agua y jabón.
Para evitar incidentes es fundamental revisar periódicamente los elementos del botiquín, al menos dos veces al año. Todos los medicamentos caducados o inservibles deben desecharse en el punto SIGRE de la farmacia, para una destrucción sin riesgo de contaminación. El punto SIGRE es el contenedor blanco ubicado dentro de las farmacias.
Si va a viajar a otro país tenga en cuenta la normativa sanitaria del destino
También es aconsejable comprobar con anticipación las regulaciones y requisitos del país al que se va a viajar. Las normativas en materia de salud pública cambian dependiendo de si el destino es un país exótico o si se viaja fuera de la Unión Europea.
En Europa, lo más recomendable es llevar los medicamentos desde España para evitar confusiones y asegurar el correcto tratamiento. Si el viaje implica salir de la Unión Europea, es buena idea llevar consigo una receta médica válida y consultar, si es necesario, con el consulado o embajada del país de destino para tener claro que se cumplen todas las normativas locales.
Además, si se viaja a naciones en vías de desarrollo donde el agua no sea apta para el consumo, el Consejo General de Enfermería recomienda incluir en el botiquín un potabilizador de agua y acudir previamente a un centro de vacunación internacional, o en su ausencia, al centro de salud. Por último, resulta imprescindible no olvidar los repelentes de mosquitos.
En este verano, se viaje a donde se viaje, las personas estarán más seguras si hace caso de estas recomendaciones sanitarias.