Un reciente estudio de Greenpeace ha encendido las alarmas sobre la magnitud de la contaminación por microplásticos que afecta a todas las islas del archipiélago canario
Un reciente estudio de Greenpeace ha encendido las alarmas sobre la magnitud de la contaminación por microplásticos que afecta a todas las islas del archipiélago canario. Algunas playas de las islas, como Playa Grande en Arico, La Graciosa y Arenas Blancas en El Hierro, han sido identificadas como algunas de las zonas más contaminadas, revelando una crisis medioambiental que supera las estimaciones previas.
La investigación de Greenpeace ha detectado una gigantesca barrera de basura que se extiende hasta 1 kilómetro alrededor del archipiélago, catalogada como una de las mayores del mundo. Esta barrera, descrita como una cortina de un kilómetro de grosor, rodea las islas desde la superficie hasta las profundidades más extremas, particularmente al sur de El Hierro.
No solo microplásticos
Además de los microplásticos, la falta de tratamiento adecuado de las aguas negras vertidas al mar resulta alarmante. Greenpeace ha destacado la necesidad urgente de implementar políticas medioambientales efectivas para abordar la depuración de las aguas residuales, una asignatura pendiente en Canarias.
Acciones locales, como las llevadas a cabo por la ONG Eco Implicados, están ayudando a reducir los residuos en la costa sur de Tenerife. Sin embargo, enfrentan obstáculos significativos, incluyendo la falta de apoyo de la Administración. La organización hace un llamado a las autoridades para que faciliten y apoyen estas iniciativas, que actualmente se sostienen de manera independiente, financiando gasolina, agua, comida y otros suministros necesarios para limpiar las costas.
A la crisis de los microplásticos se suma la amenaza del cambio climático. En seis años, el aumento del nivel del mar podría afectar gravemente a todas las islas, con Gran Canaria y Fuerteventura siendo particularmente vulnerables.