La cultura de la violación, en ‘Ídolos de Tara’

El programa de Igualdad de La Radio Canaria presentado por Noemi Galván ha arrancado su novena temporada

Abordará el debate de la ultraderecha de englobar todas las violencias sin distinción de la sufrida por mujeres y mostrará las reacciones de colectivos feministas

Pensionistas se manifiestan en Madrid por unas pensiones dignas
Pensionistas se manifiestan en Madrid por unas pensiones dignas.

Ídolos de Tara vuelve a abrir los micrófonos de La Radio Canaria para proclamar y defender la igualdad poniendo atención en temas como la violencia de género. Este martes 17 de septiembre a partir de las 20:30 horas, que arrancó la semana pasada su novena temporada, el espacio presentado por Noemi Galván, delegada de Igualdad de RTVC, se centra en hacer pedagogía de la denominada cultura de la violación.

La celebración del juicio en Francia contra medio centenar de hombres acusados de violar durante décadas a una mujer bajo sumisión química ha reabierto el debate sobre lo interiorizada y normalizada que está la violencia sexual.

El programa abordará la polémica que ha generado precisamente en los últimos días el anuncio de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de abrir un centro para atender a hombres víctimas de violencia sexual. Más allá de la necesidad o no de una infraestructura de este tipo y de atender a todas las víctimas, el discurso se enmarca en el debate ideológico introducido por la ultraderecha que trata de aglutinar todas las violencias y negar la violencia estructural que sufren las mujeres por el hecho de serlo. El programa dedicará unos minutos a conocer reacciones a esta noticia que ha indignado a los colectivos feministas.

Además de este asunto, con la conmemoración el 18 de septiembre del Día Internacional de la Igualdad Salarial, ‘Ídolos de Tara’ pondrá el enfoque feminista hablando de uno de los colectivos con mayor brecha, el de las mujeres pensionistas, con Carmen Pérez, portavoz de la Plataforma en Defensa de las Pensiones.

La división sexual del trabajo y la mayor dedicación de las mujeres a los cuidados, han generado que las mujeres hayan optado tradicionalmente a empleos más precarios y temporales, lo que repercute al final de la vida laboral en pensiones reducidas. El resultado es que muchas mujeres llegan a afrontar esta etapa de su vida con una tremenda vulnerabilidad social. La brecha, tal y como recuerda Noemi Galván, no se produce solo en el salario, también cada vez que una mujer sigue siendo la que pide el mayor número de permisos no retribuidos por cuidados.

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