Una llamarada solar, y de la clase X, puede llegar a afectar las comunicaciones de radio, redes eléctricas, señales de navegación y riesgos para la naves espaciales y astronautas
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó este jueves, 3 de octubre, una llamarada solar de clase X9, la más fuerte de este ciclo solar, en dos longitudes de onda ultravioleta.
Según la NASA, estas erupciones solares son intensas liberaciones de energía del Sol que pueden afectar «las comunicaciones de radio, las redes eléctricas, las señales de navegación y suponer riesgos para las naves espaciales y los astronautas».
La llamarada del jueves se conoce como llamarada de clase X9. La NASA explicó que las llamaradas de clase X son las más intensas y que el número indica su intensidad. El 22 de febrero, la NASA captó una llamarada de clase X6.3.
Llamaradas solares
Las llamaradas solares son explosiones de energía que se originan en la superficie del Sol, lanzando enormes cantidades de radiación al espacio. Estas erupciones ocurren cuando se liberan súbitamente grandes cantidades de energía almacenada en el campo magnético del Sol, generalmente en las manchas solares. Se caracterizan por emitir radiación en todas las longitudes de onda, desde las ondas de radio hasta los rayos gamma.
Las llamaradas solares pueden afectar la Tierra de varias maneras. La radiación electromagnética viaja a la velocidad de la luz y puede llegar a nuestro planeta en cuestión de minutos, afectando las comunicaciones por satélite, los sistemas GPS y, en casos extremos, dañando redes eléctricas. Además, las partículas cargadas expulsadas en las eyecciones de masa coronal (que suelen acompañar a las llamaradas más fuertes) pueden interactuar con el campo magnético terrestre, causando auroras en zonas cercanas a los polos.
Las más intensas pueden clasificarse como «clase X», y pueden tener impactos significativos en la tecnología terrestre y espacial. Afortunadamente, los científicos monitorean constantemente la actividad solar para prever estos eventos y mitigar sus efectos. El estudio de las llamaradas solares es crucial para proteger la infraestructura tecnológica y mejorar nuestra comprensión del Sol.