El salón del automóvil eléctrico Movelec, celebrado en Infecar, acogió la charla del bombero autor de la Guía de Intervención en Vehículos Eléctricos, Cristobal Gómez
Un correcto mantenimiento y buenos hábitos de uso, como no abusar de las cargas rápidas, evitar cargarlo en momentos de temperaturas extremas de calor, así como las descargas profundas, son la clave para lograr una larga vida sin incidencias en la batería de los vehículos eléctricos, cuyos incendios son más complejos de abordar, pero se producen siete veces menos que en los de combustión, subrayó Cristóbal Gómez, bombero del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria y autor de la primera Guía de Actuación para Bomberos en Vehículos Eléctricos e Híbridos.
Durante la charla que ofreció en el Salón del Vehículo Eléctrico de Canarias Movelec, dirigida en esta ocasión a los usuarios para explicar las medidas de seguridad que minimizarán las incidencias, resaltó que el primer paso es familiarizarse con sus peculiaridades, pues no solo cambian las sensaciones, sino también el modo de conducción.
Una experiencia de conducción diferente
Estas particularidades son su conducción silenciosa, lo que hay que tener muy en cuenta porque ya no hay ruido de motor que alerte a los viandantes, la aceleración instantánea, ya que cambia de progresiva a inmediata, casi como encender un taladro porque tiene toda su potencia disponible desde el primer segundo, y la frenada regenerativa, el mismo efecto repentino pero a la inversa, de hecho es la causa de que estos coches sufran un 50 por ciento más de daños causados por sus propios conductores, según Axa Suiza, así que lo primero es aprender a conducirlo muy bien.
En cuanto a datos de incidencias, explicó que según cifras de la Agencia Sueca de Protección Civil, por cada 100.000 vehículos de combustible vendidos hay 68 incidencias frente a las 3,8 en los eléctricos e híbridos.
Asimismo, el Instituto de Aseguradores para la Seguridad en Autopistas de EEUU revela que los coches de combustible sufren una incidencia cada 30 millones de kilómetros recorridos, en tanto que los eléctricos lo registran cada 200 millones de kilómetros, casi siete veces menos.
Los vehículos eléctricos no explosionan
Al contrario de la creencia popular, los vehículos eléctricos no explosionan, y cuando al usuario le llega un olor extraño, le pican los ojos, o siente ruidos inusuales, que pueden ser indicativos de daños en la batería, escape de gases tóxicos o el inicio de un incendio, es cuando debe prestar mayor atención, parar el vehículo, bajar todas las ventanillas, quitar el cierre centralizado, alejarse con la llave debido a su conexión inalámbrica y llamar al 112.
Los incendios se producen por el sobrecalentamiento de las baterías debido a un fallo en el sistema de alto voltaje, un golpe con penetración en la batería o una exposición a una fuente de calor externa, de ahí la necesidad de hacer cargas correctas, usar cargadores certificados, que la instalación en los hogares se adecúe a la potencia del vehículo, situarlo en un lugar ventilado o incluso al aire libre y contar con medios de extinción adecuados.
Cuando haya una incidencia, informar siempre la marca, el modelo y el nivel de batería
Al llamar al 112 por cualquier incidencia, hay que indicar el lugar, lo sucedido y la carga de la batería, pues a partir del 60 por ciento los incendios son más intensos que si está por debajo del 50 por ciento, así que esa información “es crucial en caso de actuación”.
La marca y modelo es una información fundamental para los bomberos porque cada vehículo es distinto y necesitan su configuración para actuar, pueden obtener la información en las aplicaciones disponibles para ello en lo que van de camino, pero también puede estar la hoja de rescate que tienen todos los coches siempre disponible en el parasol, lo que para Gómez en la mejor de las recomendaciones, pues facilita muchísimo el trabajo de los servicios de emergencias.
En cualquier caso, insistió, “si seguimos las recomendaciones del fabricante y hacemos un buen mantenimiento, tendremos batería por muchos años sin incidencias”.