El hospital tinerfeño ha sido reconocido con este premio nacional que certifica la excelencia en el tratamiento del ictus
El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria ha recibido este martes el Premio Diamante. Este premio se enmarca en la Iniciativa Angels, que certifica la excelencia en el tratamiento y cuidado de las personas con ictus que ingresan en el centro.
Al acto de entrega de este galardón acudió la consejera de Sanidad, Esther Monzón, junto al viceconsejero y director del Servicio Canario de Salud, Carlos Díaz, y la directora general de Programas Asistenciales, Antonia María Pérez.
Una respuesta rápida ante un ictus es determinante para su recuperación
Monzón recordó que cada año se registran 3.000 casos de esta patología, por lo que una respuesta rápida del equipo profesional es “determinante para que los pacientes puedan recuperarse en el menor tiempo posible”. Asimismo, hizo hincapié en que unidades como esta “pueden marcar la diferencia”, ya que dan una atención “inmediata y especializada, que facilita la prevención, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado”.
Este reconocimiento destaca a los hospitales que demuestran un alto estándar de calidad en el tratamiento y atención a los pacientes. Los centros que reciben esta distinción registran sus datos en la plataforma RES-Q. Alcanzan el nivel ‘Diamante’ por contar con un equipo especializado y cumplir los criterios europeos que aseguran un cuidado óptimo y continuado para las personas.
La Unidad de Ictus es pionera en el Archipiélago
Por su parte, la Unidad de Ictus del Hospital La Candelaria atiende a una media de 250 pacientes al año. Esta cuenta con una zona de hospitalización específica para su tratamiento, con videovigilancia y monitorización continua.
Además, este centro hospitalario es pionero en ofrecer atención especializada a pacientes con esta patología en el Archipiélago. Las constantes renovaciones y actualizaciones le han permitido mantenerse a la vanguardia sanitaria para ofrecer una atención rápida y eficaz a los pacientes. Su objetivo es minimizar el impacto de los accidentes cerebrovasculares y favorecer su recuperación.