A partir de este martes comienza el cese de la actividad económica y social para frenar el aumento de casos de la variante británica del virus
Las autoridades de Oslo han decretado desde este lunes un amplio cierre de la actividad para frenar al aumento de casos de la variante británica del virus Sars-CoV2.
Las escuelas y centros de enseñanza superior cerrarán durante dos días y alternarán luego al menos dos semanas la educación presencial y a distancia. Además, el Gobierno ha decidido ampliar el número de test de coronavirus a alumnos y profesores.
Las tiendas no esenciales cerrarán a partir de este martes. En el caso de la restauración, se permitirá la venta de comida a domicilio, y se prohibirán los actos al aire libre, con excepciones como entierros, bodas y el deporte profesional.
Oslo decreta el cierre
Las autoridades aconsejan además evitar las reuniones sociales y reducir las visitas a hogares particulares.
De acuerdo con el Instituto de Salud Pública, la variante B 1.1.7, detectada por primera vez en Reino Unido y más contagiosa, supone ya entre el 50 y el 70 % de los nuevos casos de covid-19 en la capital noruega.
Noruega ha adoptado medidas menos severas que otros países, combinadas con un cierre casi total de fronteras desde hace un mes. El país de los fiordos es uno de los menos castigados en Europa por la pandemia, con una tasa de mortalidad de 11,70 por 100.000 habitantes, la cuarta parte que Dinamarca y la décima que Suecia.
La incidencia en los últimos 14 días es de 100 casos por 100.000 habitantes. Es la tercera más baja de Europa después de Islandia y de Liechtenstein, según el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC).