El actor y humorista madrileño falleció este lunes a los 65 años de edad tras varias semanas hospitalizado con una neumonía bilateral en el Clínico San Carlos de Madrid.
La capilla ardiente del actor Enrique San Francisco sigue abierta en el Tanatorio Norte de Madrid y por ella ya han pasado a despedirse amigos del mundo del espectáculo como Lolita, Pablo Motos, Pipi Estrada o Beatriz Rico, que ha recordado al actor como alguien que «siempre te quería hacer feliz».
El actor y humorista madrileño falleció este lunes a los 65 años de edad tras varias semanas hospitalizado con una neumonía bilateral en el Clínico San Carlos de Madrid.
El cuerpo del intérprete está desde ayer a última hora de la tarde en la capilla ardiente, que cerrará a las 14:15. Anoche pasaron por el tanatorio amigos como la cantante Lolita, mientras que esta mañana lo han hecho otros como la actriz Beatriz Rico y el periodista y colaborador televisivo Pipí Estrada.
«No nos lo esperábamos porque estaba mejorando, desde hace tres semanas estaba fuera de peligro pero este fin de semana estaba muy, muy flojito», ha explicado Rico a los periodistas congregados en el lugar.
«Él echaba mucho de menos a su padre, y ahora está con su papá arriba, y con su madre. Los que le queremos le recordaremos como siempre, un tío muy divertido y que quería hacer la vida más feliz a los que tenía al lado, estaba siempre de cachondeo», ha continuado, emocionada.
Por su parte, Estrada ha señalado que San Francisco, a quien conocía desde hace «muchos años», ha dicho, era «muy espontáneo, cometía muchas fechorías y era políticamente incorrecto, le tocaba las narices lo que la gente pensara».
«Pero era su nobleza, su forma de vivir y de ser (…) Con él era imposible tener un mal momento», ha subrayado.
Vida intensa
La vida de Quique San Francisco ha sido de todo menos sosegada y discreta; exprimía cada minuto al máximo y expresaba sus opiniones sin cortarse nunca y sin tener en cuenta el qué dirán, ya fuera por sus continuas idas y venidas a las drogas o por su también pertinaz ruina económica, marcada sin duda por sus excesos.
Pasó por la cárcel varias veces, fue legionario, quedó muy maltrecho por culpa de un accidente de moto y últimamente soltaba mandobles, donde quisieran escucharle, contra el Gobierno, los gestores de la pandemia y los creadores de una vacuna contra la covid que él no se pondría.
Y dijo que le gustaban muchas de las cosas de Vox, provocando no solo revuelo, sino la animadversión de muchos compañeros. Aunque San Francisco nunca gustó a todos; él lo sabía, y no le importaba.