Las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos han prolongado el muro con otros cincuenta kilómetros para reforzar posiciones con el Polisario
Las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos (FAR) han prolongado el muro de defensa en el Sáhara con cincuenta kilómetros suplementarios. La ampliación, que tiene lugar en su mayor parte en la zona internacionalmente reconocida como marroquí, tiene como objeto evitar infiltraciones y ataques del Frente Polisario.
El diario Ahdaz al Magrebiya analiza este martes la información, que lleva varios días circulando por las redes sociales con apoyo de fotos por satélite. De momento, ni las FAR ni el gobierno han confirmado oficialmente estas obras en el muro.
El muro está construido a solo tres kilómetros de la frontera con Argelia (y de los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf), en torno a una comuna rural llamada Touizgui, en el extremo sureste de Marruecos.
«Estrangular al Polisario»
Equipos de ingeniería de las FAR han levantado el muro con el fin de «estrangular al Polisario«, dice el diario, que califica la obra como de carácter defensivo. Las FAR no descartan proseguir más al sur y mover el muro hasta la frontera misma con Argelia.
Si eso sucediera, significaría el fin de la «zona colchón» que separa el Sáhara controlado por Marruecos de lo que el Polisario llama «territorios liberados«. Una denominación que Marruecos siempre ha contestado pero que la ONU tiene en cuenta al calificar esta zona de territorio obligatoriamente desmilitarizado.
Otra parte de esta «zona colchón», el paso de Guerguerat, en el extremo sur del Sáhara y que hace de frontera con Mauritania, provocó el último conflicto. Fue el pasado noviembre cuando el Polisario declaró la guerra a Marruecos y el Ejército marroquí desalojó por la fuerza a unas decenas de simpatizantes saharauis que bloqueaban el paso.
Marruecos siempre sostiene que ha respetado la «zona colchón» durante treinta años con el fin de poder perseguir a los miembros del Polisario sin invadir el territorio de la vecina Argelia. Sin embargo, en los últimos tiempos cada vez envía más advertencias de que no piensa mantener este statu quo y quiere llevar su control hasta los confines de todo el Sáhara.