Después de dos meses de confinamiento volvían a abrir las terrazas, al 50% y cumpliendo unas estrictas medias de higiene.
En Las Palmas de Gran Canaria abría sus puertas a la fase 1 el 30% de las 600 terrazas que hay en la capital según la Asociación de Bares y Restaurantes. Muchos negocios optaban por trabajar con reservas previas.