Del 19 y el 23 de abril los ciudadanos canarios percibirán la presencia activa de efectivos de los Mandos Operativos en sus espacios terrestres, marítimos y aéreos
Más de 2.000 militares del Ejército del Aire, Ejército de Tierra y la Armada participarán en el ‘Eagle Eye 21-01’, que se activará en Canarias entre los días 19 y 23 de abril en el marco de las operaciones permanentes de las Fuerzas Armadas.
Liderada por el Mando Operativo Aeroespacial (MOA) y bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS), se trata de una actuación que se realiza de forma periódica y rotando en distintas zonas de la Península y los archipiélagos con la finalidad de potenciar la defensa del espacio aéreo de soberanía e interés nacional, según informa el Estado Mayor de la Defensa.
Objetivo del ‘Eagle Eye 21-01’
El objetivo de la activación ‘Eagle Eye 21-01’ es asegurar la coordinación de todas las capacidades y la eficiencia del Sistema de Defensa Aeroespacial nacional, maximizando el adiestramiento de las unidades para garantizar la vigilancia y defensa aeroespacial del territorio nacional.
Para lograrlo se cuenta con la contribución de diferentes medios terrestres, navales y aéreos asignados al MOA, que llevarán a cabo actividades con el fin de aunar sinergias, mejorar la integración y maximizar el rendimiento operativo de las
unidades participantes.
Durante estos días los ciudadanos canarios percibirán la presencia activa de efectivos de los Mandos Operativos en sus espacios terrestres, marítimos y aéreos, lo que incluirá sobrevuelos de aeronaves militares.
Distribución del operativo
Por parte del Ejército del Aire participarán seis aviones de combate Eurofighter Typhoon del Ala 11 y la Jefatura del Sistema de Vigilancia y Control Aeroespacial (JSVICA), con un total de 1.560 militares implicados.
Dentro de las unidades de la JSVICA, se encuentran en las Islas Canarias el Grupo de Alerta y Control (GRUALERCON) y los Escuadros de Vigilancia Aérea (EVAs) 21 y 22. Además, desde la Base de Torrejón de Ardoz, el Centro de Operaciones de Vigilancia Espacial (COVE) será el encargado de proporcionar servicios de apoyo espacial a las operaciones.
En cuanto al Ejército de Tierra, las fuerzas implicadas incluirán la integración de una Unidad de Defensa Antiaérea (UDAA) del Mando de Artillería Antiaérea (MAAA) liderada por el Grupo GAAA I/73 con base en Cartagena (Murcia), encargada de ampliar la vigilancia y seguridad al aumentar la cobertura de los radares del Sistema de Mando y Control. El GAAA I/73 constituye el Núcleo de Mando y Control y el Núcleo Logístico de la organización operativa.
A su vez, el Núcleo de Fuego se compone de distintos sistemas de armas, Mistral del Regimiento de Artillería Antiaérea 71 (Fuencarral-Madrid), NASAMS de los Regimientos de Artillería Antiaérea 73 (Cartagena) y 94 (Las Palmas de Gran Canaria) y HAWK del Regimiento de Artillería Antiaérea 74 (Sevilla). Asimismo la Unidad de Transmisiones del Mando de Artillería Antiaérea garantizará el enlace e integración de la UDAA en el Sistema de Mando y Control (SMC).
Además, una Compañía de Infantería perteneciente al Regimiento Soria 9 (Fuerteventura), desarrollará cometidos de seguridad en el despliegue en apoyo a la UDAA MOA.
La Armada dispondrá la fragata “Álvaro de Bazán”, integrada en la 31ª Escuadrilla de Superficie y con base en el Arsenal Militar de Ferrol. Se trata de una fragata tipo F-100, especialmente diseñada para la defensa antiaérea, cuyas principales misiones en la actualidad comprenden, entre otras, la escolta de unidades de la flota y la defensa aérea de su área de influencia, muy destacable gracias a su radar multifunción SPY 1-D.
Además de las misiones que habitualmente se le encomiendan, cabe destacar que fue el buque de mando de la Agrupación Permanente de la OTAN nº2 (SNMG2 por sus siglas en inglés) entre junio y noviembre del año 2020.
Asimismo, debido a la situación actual de pandemia mundial, la activación ‘Eagle Eye 21-01’ se lleva a cabo cumpliendo todas las medidas de prevención frente a la COVID-19. Para ello, se han establecido una serie de limitaciones y restricciones recogidas en las instrucciones emitidas por la Inspección General de Sanidad de Defensa (IGESANDEF), así como las de la propia Comunidad Autónoma, de manera que permitan llevar a cabo la misión con el menor impacto operativo posible.