El 82,8 por ciento de los españoles está dispuesto a vacunarse cuando le llegue el turno, un porcentaje ligeramente superior al registrado hace un mes (82,1 %), pese a las reticencias en algunos sectores por los casos raros de trombos detectados por la vacuna de AstraZeneca
Datos que refleja la encuesta del Centro de Investigaciones Científicas (CIS), realizada entre el 5 y el 14 de abril, cuando aún Estados Unidos no había suspendido cautelarmente la administración de las dosis de Janssen.
El sondeo refleja también que un 6,2 por ciento de los entrevistados no quiere vacunarse, casi un punto más que en el estudio publicado el pasado marzo cuando el 5,4 por ciento se pronunció en contra de vacunarse.
De los que rechazarían la inmunización, un 34,6 por ciento asegura que no se fía de ello y otro 25,3 por ciento dice tener miedo a posibles efectos adversos.
Hay otro 2,8 por ciento que no se vacunaría porque niega la existencia de la covid-19 y un 3,1 por ciento se declara antivacunas.
Por otro lado, el sondeo demoscópico pone de relieve que un 58,9 por ciento de la población señala que la situación de pandemia le está afectando «mucho o bastante» en su vida personal frente a un 16,4 por ciento que subraya que no le está influyendo «nada o casi nada» y un 23,3 por ciento que apunta que «algo».
A nivel de relaciones sociales, el porcentaje de los que piensan que les está afectando sube hasta el 71,6 %, casi trece puntos más; un 12,8 % sostiene que «nada o casi nada» y un 14,7 % opina que «algo».
Los aspectos que los españoles consideran que más han influido en su vida personal son el distanciamiento de sus seres queridos (38,3 %),las restricciones de movimiento (35,8%) y el trabajo y/o la economía personal (17,3 %).
Tanto el confinamiento como el estado anímico lo mencionan el 16,9 por ciento y los cambios en la vida cotidiana el 16,8 %.